Un peón rural comandó un asalto a una farmacia del pueblo necochense La Dulce, Buenos Aires, pero no pudo llegar muy lejos, ya que si bien se puso una capucha todos lo reconocieron porque es manco.

El hombre trabajaba en un campo de la zona y fue a robar en una camioneta de sus patrones.

El grupo estaba conformado por el peón que vive en La Dulce y otros hombres residentes en Quequén, a quienes les secuestraron el dinero y otros elementos robados en el particular robo, informó Clarín.

Fuentes policiales informaron que todo empezó en la calle 33 al 200 de esa localidad del sur bonaerense, cuando los ladrones, armados y encapuchados, sorprendieron al matrimonio dueño de la farmacia cuando estaban abriendo el comercio.

Enseguida maniataron a ambos y les robaron 43 mil pesos, 14 mil dólares, joyas, celulares, ropa y otros elementos de la farmacia y de la vivienda que está detrás del negocio. Tras ello, fugaron en una camioneta Ford F-100 blanca.

Las víctimas fácilmente identificaron al ladrón: "es el manco".

Finalmente a los ladrones -de entre 20 y 27 años- les secuestraron lo que habían robado en la farmacia.