La fiscal Verónica Peréz, comprobó que una llave que tenía Anahí Benítez, y usaba de colgante desde hacía unos meses era de la casa de Marcelo Bazán, uno de los dos detenidos por el crimen de la joven, cuyo cuerpo apareció enterrado en la Reserva Santa Catalina.

Según se pudo comprobar en un allanamiento realizado en el lugar, la llave abre una casilla situada junto a la casa de Bazán.

El defensor de Bazán, el abogado Lucio de la Rosa, cuestionó el allanamiento y aseguró que planteará su nulidad. Según afirmó a Diario Conurbano, “la casa ya había sido entregada a los familiares de Bazán, por lo que el lugar está cambiado. Además, una copia de esa llave la tenía la Comisaría de Parque Barón, y la policía está denunciada por esta investigación que ya es muy desprolija”, añadió

Asimismo, los investigadores hallaron que en la sangre de la menor había rastros de sulfato de naftaleno, un producto para las paredes que sirve para ahuyentar insectos.