El promedio de vida de la mayoría de las razas de perros es entre los diez y catorce años; y aunque algunos pueden llegar a vivir más que esto, otros pueden tener tendencias a distintas enfermedades que pueden limitar su expectativa de vida.

Los humanos y los perros comparten muchas similitudes genéticas, incluyendo una predisposición al cáncer relacionado con la edad. Por ello, muchos de los cuidados que las personas tienen para ser más saludables pueden también funcionar para los perros.

Por eso, te contamos las cinco cosas que se pueden hacer para que tu mascota tenga una vida más larga y saludable, que no son nada de otro mundo pero que mantenerlas implican resultados positivos.

Cuidar su alimentación

El primer factor que se relaciona con la longevidad en una variedad de razas y especies es la de mantener un peso corporal sano. Esto implica que los perros no carguen con exceso de peso, pero que obtengan de su alimentación todos los nutrientes necesarios.

Un peso corporal magro y saludable también puede ayudar a limitar el impacto de ciertas enfermedades, como la osteoartritis.

A su vez, los procesos de envejecimiento sanos están conectados con una buena nutrición. Esto puede sugerir que la comida que le damos a nuestros perros puede ser tan importante como la cantidad que les suministramos.

Cada raza de perro tendrá un parámetro distinto para “buena” nutrición, pero asegurarse de buscar alimentos que proporcionen todos los nutrientes que nuestro perro necesita, es clave.

Muchos paseos

La actividad física tiene beneficios no solo fisiológicos, sino también psicológicos, tanto para las mascotas como para las personas. El ejercicio puede ayudar a controlar el peso corporal, pero también se asocia a efectos anti-envejecimiento en los perros y en otras especies genéticamente similares. Los paseos conducen a personas y perros “felices”.

Enseñarle trucos

La mente es importante en materia de envejecimiento, además de lo físico. Por ello, mantener una mente activa de nuestro perro puede ser útil.

Vínculos

Un vínculo estable entre el cuidador y su mascota puede ayudar a mantener una relación feliz y mutuamente beneficiosa. También puede ayudar a reconocer rápidamente cambios en el comportamiento o el movimiento de un perro que podrían indicar posibles preocupaciones.

El vínculo es importante porque los perros son animales de compañía, que desarrollan una relación clara con sus cuidadores.

La compatibilidad entre persona y perro puede traer beneficios relacionados con el alivio del estrés. Compartir experiencias positivas y divertidas con un perro, incluido jugar con él, es excelente para consolidar el vínculo.

No saltearse las visitas al veterinario

Los veterinarios son sustanciales para poder conocer sobre las necesidades específicas de nuestra mascota. Los controles regulares pueden ser útiles para identificar cualquier problema potencial en una etapa tratable, como problemas dentales u osteoartritis, que pueden causar dolor e impactar negativamente el bienestar del perro.

En conclusión, es una combinación de la genética de nuestra mascota y el entorno en la que vive lo que afecta su longevidad. Aunque no podemos cambiar su genética, si podemos tener en cuenta todos esos factores externos para ayudar a nuestros perros a tener una vida más larga y saludable.