Ileana Williner tiene 33 años, es oriunda de Frontera y desde hace tres años se unió al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Devoto. Reparte su tiempo entre la docencia, su profesión, y la Brigada de Búsqueda y Rescate, en donde entrena canes a la vez que se capacita.

Para ella, el adiestramiento canino “es un sueño, una pasión”, que descubrió desde muy pequeña.

Capacitación

Antes de ingresar al cuartel, Ileana realizó numerosos cursos de capacitación, y sigue realizándolos ya adentro del Departamento de Búsqueda y Rescate de Canes de la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba. La meta, asegura, es poder rendir los exámenes internacionales en la materia, un objetivo que es compartido por todo el grupo.

“Todos los meses viajamos a diferentes lugares de Córdoba, entrenamos y vamos rindiendo. Y rinde también el perro. Tenemos que estudiar. Es todo un trabajo, a partir de los 45 días de vida del perro hasta el día que lo jubiles”, explica la voluntaria.

Razas

Respecto a las razas que pueden entrenarse para ese fin, Ileana precsia que “puede ser cualquier perro que tenga las condiciones necesarias para hacer ese tipo de trabajos. Generalmente son ovejeros, labradores, una cruza entre estos, golden retriever, belga malinois, beagle, border collie”.

“Cuando vos elegís un can, tenés que trabajarlo y recién a los 8 meses te das cuenta si ese perro te va a servir o no, por eso tratamos de buscar perros cuyos padres estén en búsquedas, o que hayan rendido exámenes, la probabilidad de que funcionen es mayor”, agrega.

Relación con el perro

La relación con los animales es muy cercana. Nala, su perra, vive con ella y con otros dos perros de la familia.

“Adquirirlo, alimentarlo, vacunarlo y entrenarlo es responsabilidad nuestra. Todo lo que implica la capacitación lo cubre el cuartel”, detalla la mujer.

Matías Martin, su compañero, agrega que “se genera un vínculo distinto, siendo que vas a pasar 9 años trabajando con el mismo perro, para conocerle las mañas y que él te conozca. El vínculo es como una mascota, pero a su vez los entrenás. Mi perra duerme conmigo. Es parte de mi familia”.

Entrenamiento

“La capacitación como rescatista se realiza en todas las especialidades, como por ejemplo fuego, espacio confinado, materiales peligrosos. Los encuentros se realizan dos veces por semana” cuenta Ileana.

Matías agrega: “El entrenamiento empieza como un juego y va a seguir así hasta que el perro se jubile. No hay castigo, es todo positivo”.

Ileana asegura que “no hay tecnología que supere un perro, bien entrenado es cien por ciento seguro que llegue a tiempo a salvar una vida o a encontrar una víctima fallecida para darle tranquilidad a la familia”.

Sobre los tipos de entrenamientos, la rescatista manifiesta que “hay perros entrenados para buscar personas fallecidas, hay otras preparados para buscar a una sola persona a través del olor de una prenda, una pulsera, una billetera o un celular, y perros que en un campo abierto o en una estructura colapsada pueden encontrar muchas víctimas. Un perro no puede hacer la misma búsqueda que hace el otro, cada uno tiene un entrenamiento específico”.

Dalai, el perro rescatista

Ileana entrena a Nala, una ovejero alemán color negro sólido, mientras que Matías prepara a Dalai, un labrador.

Dalai es el can que, el año pasado, ayudó a la localización de un joven de 18 años de Devoto que estaba desaparecido. Para su búsqueda se recurrió a la Brigada de Canes K9 del Cuartel de Bomberos Voluntarios Devoto, con la participación del binomio conformado por el bombero Matías Martin y su perro Dalai; con el apoyo de la bombero Ileana Williner, en una dotación a cargo de Martín Díaz.

Después de varias horas de trabajo de rastreo, localizaron al joven en la zona rural noreste, a unos 4 kilómetros de la localidad.