Por Nicolás Albera

Un nuevo debate surge con las zonas de resguardo ambiental, es decir, las áreas cercanas a los límites de la ciudad en la que no se pueden utilizar plaguicidas, para proteger la salud de la población. La ciudad cuenta con una ordenanza al respecto, pero la aplicación de la misma se hace con un plano desactualizado de San Francisco.

Grupos ambientalistas reclaman desde hace tiempo que estas zonas, también denominadas de exclusión para el uso de agroquímicos, se adapte al crecimiento de la zona urbanizada. Y la semana pasada, los ediles de Mejor San Francisco presentaron un proyecto de ordenanza para ampliarlas.

Esto despertó sorpresas en productores agropecuarios cuyos campos se encontrarían dentro de la nueva zona de resguardo, de llegar a aprobarse esta ampliación. Por su parte, los vecinos afectados solicitaron el “tratamiento urgente” del proyecto al considerar que desde el año 2010 vienen realizando este pedido a la Municipalidad sin respuesta alguna. El caso más sonado de contaminación por uso de agroquímicos es el de barrio Ituzaingó Anexo, en Córdoba capital.

“Se presta a confusión”

El presidente de la Sociedad Rural de San Francisco, Alfredo Armando, explicó a El Periódico que “sería contraproducente desde el punto de vista de la producción” la aprobación de este proyecto tal cual está planteado. “Es peligroso correr los límites y mucho más sin contar con un plano como propone (Damián) Bernarte. Eso se presta a confusiones”, afirmó.

Para Armando la legislación iría en contra de lo que sostiene la ley provincial que limita las jurisdicciones. Cabe señalar que la franja municipal llega hasta donde se prestan servicios de manera permanente. “Se estaría legislando sobre un territorio que no le compete al municipio. La ley provincial lo dice claramente. Si surge una ordenanza así los productores van a terminar en la Justicia”, señaló el dirigente ruralista.

Sobre el debate en el Concejo Deliberante pidió que “se trate con conciencia” y que la discusión se base sobre argumentos técnicos. “Leí por ahí que se extendería 1500 metros, lo que me parece una barbaridad. Lo que quiero escuchar son argumentos técnicos”, consideró.

“Lo venimos reclamando”

Alicia Rópolo representa a la agrupación Voz Ciudadana, grupo de vecinos que lucharon en 2006 para que exista la zona de resguardo ambiental actual. Sobre el proyecto presentado por la oposición, la mujer explicó a El Periódico: “Nos parece correcto, ellos proponen directamente eliminar el plano en lugar de modificarlo y también es una posibilidad interesante porque hay que tener claro que el plano es sólo una foto de un determinado momento. La letra de la ordenanza, que es la ley, dice claramente que deben respetarse 500 metros a partir del borde de la planta urbana, por lo que si ésta se modifica, la zona de resguardo debe modificarse automáticamente”.

Rópolo solicitó que el proyecto tenga urgente tratamiento y le recordó al intendente Martín Llaryora su desempeño como concejal de la oposición en 2006, año en que se aprobó la ordenanza que rige en la actualidad: “Lo esperamos teniendo en cuenta que el actual intendente cuando era concejal, aparte de votar favorablemente la ordenanza, hizo una encendida defensa de la misma”.

Pese a ello, la ambientalista contó que desde el año 2010, Voz Ciudadana reclama la adecuación del plano de la Zona de Resguardo para adaptarlo al nuevo ejido urbano: “Nunca recibimos respuesta”, aseguró.

Sin protección

“Es importante explicarle a la población que al momento de dictarse la ordenanza el ejido urbano era muy chico y dado que el municipio no puede legislar por fuera de él, había algunas zonas pobladas que no pudieron tener su protección o la tuvieron en menos de 500 metros. Entre ellas el country Aires del Golf, barrio Las Rosas, Plaza San Francisco, Diehl de Sienra y Chacras del Norte”, informó Alicia Rópolo.

Problema

Alfredo Armando comentó que tras la ordenanza “la mayor parte de los campos dejaron de ser productivos y pasaron a ser loteos; así vemos como proliferaron los loteos. Se limitó la producción; algunos empezaron a producir alfalfa pero ahora ven que no pueden seguir así y esto es un problema”.

No hubo reunión

Pese a que el proyecto fue tratado hace dos semanas, donde quedó en comisión para ser analizado con vecinos perjudicados y productores agropecuarios, aún no se convocó a las partes para comenzar a debatirlo.

Reclamo pionero

En 2005, la Municipalidad de Córdoba analizó la sangre de 35 chicos del barrio Ituzaingó Anexo, lindero a campos de soja y donde se multiplicaban las denuncias por contaminación. Los resultados fueron contundentes: 23 tenían agroquímicos en sangre (no hubo presencia de otros contaminantes). Los datos fueron revelados durante un juicio realizado el año pasado contra dos productores y un fumigador por presunta contaminación.