Cómo sigue la lucha de José y Gabriela, tras distintos retos de salud
José Dávila y su pareja, Gabriela, atraviesan una difícil situación luego de que él sufriera un grave accidente y ella fuera sometida a un trasplante. Pese a que no deberían trabajar, buscan alguna "changuita" para sobrellevar los gastos y seguir adelante en su lucha diaria.
José Dávila y su esposa Gabriela Vera atraviesan una difícil situación en medio de su recuperación, luego de que él sufriera un grave accidente en motocicleta y ella fuera sometida a un trasplante de riñón. La familia necesita el apoyo de la comunidad para sobrellevar los gastos derivados de sus tratamientos y para poder seguir adelante en su lucha diaria.
El 13 de junio de 2024, José sufrió un accidente en motocicleta que lo dejó al borde de la muerte. Tras perder el control del vehículo y chocar contra un cesto de residuos en el barrio Sarmiento de San Francisco, fue trasladado de urgencia al Hospital J.B. Iturraspe y luego al Hospital Pasteur en Villa María. Su recuperación fue calificada como “milagrosa” por los médicos y su familia, ya que en tiempo récord logró superar las graves lesiones y fue dado de alta, a pesar de tener que someterse a una segunda cirugía para colocarle una prótesis craneal.
Por otro lado, su esposa Gabriela también enfrenta una lucha constante. Sufre de insuficiencia renal crónica y, hace algún tiempo, fue sometida a un trasplante de riñón. Debido a su estado de salud, ella no puede trabajar, lo que complica aún más la situación económica de la pareja.
Marisa Mansilla, madre de José y suegra de Gabriela, pide ayuda a la comunidad para que puedan solventar los gastos del día a día, ya que, si bien en un principio recibieron asistencia, hoy enfrentan la dura realidad de no poder trabajar. “No quieren dinero, solo necesitan ‘changuitas’ o lo que alguien pueda ofrecerles: productos de limpieza, carne, verduras, o incluso si alguien necesita que corten yuyos o limpien, ellos están dispuestos a hacerlo”, expresa Marisa.
En sus propias palabras, la mujer agradeció profundamente la ayuda recibida hasta el momento y resaltó la generosidad de aquellos que han extendido una mano amiga. “Todavía hay gente de gran corazón”, afirmó.
Cualquier colaboración será bien recibida: para ello, se puede llamar al teléfono 3564695447.