A través de un intercambio estudiantil, un estudiante finlandés vive en nuestra ciudad. Se trata de Joona Veromaa (17), que llegó a San Francisco junto a otros estudiantes de otras partes del mundo a partir de una iniciativa de la organización educativa Youth For Understanding.

Se trata de la tercera experiencia para la familia de Graciela López y Carlos Martina, que ya albergaron a Levin, de Alemania, y a Maite, de Holanda.

Un finlandés estudiando en San Francisco
Joona y su "familia" sanfrancisqueña.

“Siempre tuve la idea de que mis hijos hicieran un intercambio, pero ninguno de los tres quiso ir”, contó Graciela, que agregó que la propuesta de recibir a un estudiante de intercambio le llegó a través de su hermana, que ya lo había hecho. “Lo hablé con mi familia y estuvieron todos de acuerdo”, agregó.

La mujer tildó la experiencia de “increíble”. “Por lo menos la experiencia nuestra es tan hermosa y tan enriquecedora, llega un ser desconocido y se va un hijo. Fue tan hermoso lo que vivimos que decidimos repetirlo”, describió.

Así fue como en agosto de 2018 arribó Joona a San Francisco, desde la ciudad de Porvoo, para hacer experiencia mientras cursa sus estudios secundarios en el Instituto FASTA Inmaculada Concepción.

Un finlandés estudiando en San Francisco
Joona (cuarto de izquiera a derecha) con sus compañeros de colegio.

“Estoy muy bien, me encanta, no conocía casi nada de Argentina, sólo que comían mucha carne y a Messi, nada más”, contó el joven que le sorprende la movida social que hay en la ciudad.

Así Joona, que ya entiende y se hace entender muy bien a pesar de las diferencias idiomáticas, se formó un grupo de amigos en la escuela con quien se junta a diario y sale los fines de semana.

Algunas diferencias

Entre algunos aspectos culturales, a Joona le sorprendió la confianza entre las personas, el clima, algunas comidas y el sistema educativo, entre otras cosas.

“Acá nos juntamos con los amigos casi todos los días, allá apenas una vez a la semana porque no tenemos tiempo, tenemos hobbies, nuestras vidas”, contó.

Un finlandés estudiando en San Francisco
El joven finlandés en un viaje por el sur de Argentina.

El clima, quizá, es la diferencia más notoria que encontró. “Allá en invierno hace -5°C, -10°C, y en el norte -30°C o -40°C. Allá cuando hace 30ºC decimos ‘¡oh, vamos a morir!’ Acá en verano no se puede dormir, el clima es algo que no me gusta mucho. Allá no tenemos piletas, vamos a lagos”, reveló.

En cuanto a la comida, Joona manifestó: “Me encantó el mate. Allá comen mucho pescado y acá casi nada, acá se come carne, carne, carne. Pero es bueno, porque me encanta, pero a veces extraño el pescado. Los lomitos y los asados son las mejores cosas”.

El tiempo

Otro de los puntos en que notó diferencias es en la puntualidad y la seguridad. “Si mis amigos dicen que nos juntamos a las 19 en realidad es 19.30 o 20. En Finlandia a las 19 es las 19, es muy raro que lleguemos un poco más tarde. Y acá no se puede caminar solo en la noche, es algo que me molesta un poco. Allá es seguro, nunca tenés miedo”, reconoció.

Respecto a educación, a Joona le sorprendió la modalidad de cursado y cantidad de escuelas secundarias: “Allá se pueden elegir los cursos y el horario,  es más libre pero tenés más responsabilidades. Y en mi ciudad hay sólo dos escuelas secundarias, una para los que hablan finlandés y otra para los que hablan sueco. Allá no se hacen uniformes de la promoción, no se pintan las calles, me sentí muy raro celebrando el primer último día, es como ´bien, colegio, fin del verano’”.

Entre lo que más le gusta de la ciudad, mencionó las plazas. A su vez también resaltó el centro, aunque aseguró que es muy distinto  a su ciudad: “En Porvoo no hay nada, una Terminal y algunas tiendas, pero nada más. Acá hay calles con heladerías, tiendas, todo”.

Por último, la conducta de la gente también le llamó la atención. “Acá son todos  muy amigables, sociables, en Finlandia somos fríos, no hablamos, no nos miramos a la cara, caminamos mirando para abajo. Las fiestas, tengo una hermana de 15 años, acá se hacen fiestas grandísimas, allá es como cualquier cumpleaños”, comentó.