En los próximos días, la bicicletería “La Palanca”, propiedad de la familia Bazán, deberá mudarse. El hecho causa sorpresa, teniendo en cuenta de que se trata de un tradicional taller de barrio Roca que en 60 años nunca cerró ni cambió de lugar, sino que siempre atendió en un pequeño garaje de Lamadrid al 2500.

La propiedad debe venderse y es por eso que los herederos del negocio de José “Pepe” Bazán, su iniciador, hoy fallecido, buscan un nuevo espacio no sin nostalgia.

Tras 60 años en el mismo sitio una bicicletería de barrio Roca deberá mudarse

“Hace 60 años que está. Sería de mi abuelo, todos lo conocen como ‘Pepe’ Bazán. Siempre estuvo en el mismo lugar y nunca cerró en estos 60 años”, recordó Emanuel Silva Bazán, nieto del fundador, hoy a cargo del negocio.

Y agregó: “Desde el principio lo tenía mi abuelo con mi hermano José Luis Bazán, después se unió mi tío Nelson, tenía varios empleados mi abuelo en aquella época. Estuvo hasta hace tres o cuatro años mi abuelo trabajando acá y enfermó. Quedó primero como heredero mi hermano, pero no lo quiso tomar y quedé yo como heredero de la bicicletería”.

El ciclismo y el recuerdo del abuelo

Pero no sólo la bicicletería es la herencia, sino el amor por el ciclismo, actividad que practicó o practica parte de la familia.

“La pasión del ciclismo la heredamos de mi abuelo, tanto mi hermano como yo. Siempre competimos. Él ahora vive en Córdoba y yo vivo acá pero el ciclismo nos quedó de herencia. La bicicletería y todo sobre las bicis viene de él, viene de sangre”, aseguró Bazán.

Sobre su abuelo, recordó: “Fue un hombre al que siempre le gustó ayudar a la gente, en el tema bici o en lo que fuera, pero siempre le gustó ayudar a la gente. Recuerdos hay millones de mi abuelo, de cuando corría o acá en la bicicletería, o de los empleados que tenía”.

Tras 60 años en el mismo sitio una bicicletería de barrio Roca deberá mudarse

Entre esas anécdotas, rememoró que “Pepe” llegó a tener hasta cuatro empleados en el local, que es muy pequeño, y hasta unas 15 bicicletas en simultáneo para reparación.

“Todavía sigue viniendo gente que era cliente de mi abuelo, que me cuenta que trae la bici ‘por Bazán’. Ya tomamos confianza con esos clientes pero siguen viniendo clientes de parte de mi abuelo. Vienen ellos, vienen los hijos, se va haciendo una cadena. Hay personas que viven lejísimos de este barrio y por ser clientes de mi abuelo solamente vienen acá”, reveló.

Seguidamente, añadió: “Yo siempre venía acá. A mi abuelo lo trataba como a un padre, por más que tenía a mi padre. Igual que mi abuela, que fue mi segunda madre. Siempre veníamos acá. Él me preparaba la bici, me llegó a regalar bicis de competición. Por eso arranqué con eso. Me llevó a viajes, carreras, siempre me ayudó”.

Nuevo destino

Ahora el negocio familiar busca nuevo espacio. “Tenemos que buscar otro lugar porque viene la familia y más adelante van a vender la casa. Estamos buscando un lugar en la zona, en el barrio, para llevar la bicicletería de mi abuelo. Vamos a ponerle el mismo nombre. Y si se puede agrandar un poco se va a agrandar. Tratamos de buscar algo en el barrio aunque todavía no tenemos nada en vista”, reconoció.