El suicidio se constituye como una de las principales problemáticas epidemiológicas de salud mental y requiere la atención de los diversos actores sociales para poder prevenirlo. Según destacan las autoridades sanitarias, estos hechos tan dolorosos que, además, tienen su mayor incidencia entre los más jóvenes, muchas veces pueden ser evitados.

En lo que va del año en San Francisco hubo, según datos oficiales, unos quince casos de suicidios, siendo el mes de junio el que más sumó: un total de nueve.

Cabe destacar, que la Organización Mundial de la Salud (OMS), instauró al día 10 de Septiembre como el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.

Buscando respuestas

La licenciada en Psicología Agustina Barbero (MP-10059) explicó a El Periódico que existen factores que pueden provocar un suicidio y están asociados a comportamientos como trastornos de personalidad, depresión, consumo de sustancias psicoactivas, estrés postraumático, esquizofrenia y cuestiones de vida estresantes (problemática a nivel financiero o relaciones interpersonales) que pueden generar una pérdida de esperanza.

Barbero integra el espacio “Más Redes Más Vida”, que trabaja en la prevención de muertes violentas. La profesional consideró que existe un tiempo entre el primer pensamiento suicidad y la ejecución del mismo: “Se puede pensar a la duración del proceso suicida como el período de tiempo del que se dispone para intervenir terapéuticamente y cuya consideración resulta clave en el éxito de las estrategias de prevención”.

Consultada sobre la prevención que debe partir de los organismos públicos, Barbero manifestó que “deben estar encuadrados con el objetivo de fomentar en la población el autocuidado y la protección de estilos de vida y entornos saludables, involucrando a los distintos sectores sociales y a la comunidad”. Además agregó que “es importante en este sentido que se pueda llevar a cabo en cualquier programa de prevención una escuela para padres, orientada en la escucha activa de ellos hacia sus hijos. También búsqueda de ayuda profesional y compromiso”.

Suicidio, una tragedia evitable

ALERTAS

Escuchar al otro, estar atentos ante las señales de malestar y no minimizarlas, así como pedir ayuda profesional si es necesario, son algunas de las cosas que pueden ayudar a evitar estas muertes.

SÍNTOMAS

Cambios en el humor habitual, cambios en la conducta, mutismo, llanto, retraimiento o aislamiento, autoagresiones, insomnio persistente, ansiedad generalizada o gran desasosiego, negativa a alimentarse, verbalización sobre el suicidio o la muerte, son algunos de los indicadores que encienden una luz de alerta y ante los cuales el entorno no debería ser indiferente.

DÓNDE ACUDIR

-Pabellón de Salud Mental (Hospital Iturraspe)

-Grupo Sentido. Facebook: Grupo Sentido