Suma 53 años y es un médico pediatra muy reconocido en Alta Gracia, con pacientes que llegan desde diferentes localidades cordobesas a su consultorio. En diciembre se cumplirán tres décadas de su egreso de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, con un promedio que suena asombroso: 10.

Podía suponerse que tenía una carrera abierta para destacarse en la capital cordobesa, en Buenos Aires y hasta en el exterior.

Pero Mario Polacov eligió ejercer la profesión en su ciudad natal, Alta Gracia, donde –define– “de algún modo, nos conocemos todos”, revela hoy el diario cordobés La Voz del Interior, que publicó su historia.

Su padre, Pedro, también es un reconocido pediatra, que la semana próxima recibirá un reconocimiento como “ciudadano ilustre” de Alta Gracia. No queda ahí: su hermano es bioquímico y su hija Silvina sigue el camino de la medicina, también en pediatría. Otro hijo es administrador de empresas. Y completa el cuadro: “Mi compañera, la jefa del hogar y mi consejera desde hace 27 años es Ruth, mi esposa”, marca con orgullo de familia.

Ya van tres generaciones de médicos Polacov. Pedro fue el primero y, pese a ello, Mario asegura que en su elección de vida “nunca fui condicionado, al menos explícitamente”. Sobre la vocación, agrega: “El entorno en el que uno se encuentra seguro que deja su impronta. Por ejemplo, en el amor a los chicos, a hacer algo para que tengan una salud más plena y en estar más cerca de la gente”.

Mario, autor del libro Crianza saludable , plantea: “Los niños no sólo son hijos de los padres, sino hijos de los tiempos; hay una cuestión cultural muy fuerte”.

Un agradecido del pueblo

Cuando se le consulta por qué decidió no irse de Alta Gracia, Polacov destaca que “acá todo es más cercano, uno a los pacientes los encuentra en la calle, en el súper, en el cine, en cualquier espacio no médico. A mí, los chicos no me llaman ‘doctor Polacov’; me llaman ‘doctor Mario’, y quiero que sepan que un médico es un amigo. Más allá de ser el que aplica vacunas o te da remedios feos, es alguien que te quiere, que te ayuda cuando lo necesitás”.

Dice que no concibe ejercer su profesión en otro lugar que no sea Alta Gracia. “Es que uno también es producto de una historia. Estoy plenamente identificado con mi familia, con el entorno de amistades, y siento como una deuda de gratitud hacia el lugar que me vio nacer y que me cobijó durante mi camino. Alta Gracia está en mi corazón, es un ámbito donde no soy sólo yo el que brinda, sino también el que recibe”.

La decisión de volver a la ciudad natal para ejercer como médico representa todo un dato: en Córdoba, el 70 por ciento de los médicos reside en la Capital, donde habita el 40 por ciento de la población. El dilema por la falta de profesionales de la salud no se percibe tanto en la decena de ciudades más grandes del interior, pero sí en las medianas y más aún en los pequeños pueblos.

Fuente: La Voz del Interior.