Los repelentes de mosquitos siguen en falta en medio de un brote de dengue histórico para el país del que la ciudad de San Francisco no es ajena.

La alta demanda generó un faltante y se consigue muy poco o casi nada en farmacias, supermercados y otros comercios. Las pocas partidas que llegan se venden en minutos, entregándose en muchos casos uno o dos por persona. Lo cuestionable suele ser el precio, a veces con valores insólitos por lo elevado.

Nora Gagliano, al frente Colegio de Farmacéuticos en nuestra ciudad, indicó a El Periódico que en esta semana corta todavía no hubo entregas, cuestión de la que no saben los motivos.

“Las farmacias siguen con poco stock o ya nada. No hubo atención en droguerías en estos días por el feriado y cuando envían es muy poco”, sostuvo.

En algunas farmacias relevadas cuentan con repelentes de otras marcas menos conocidas, los cuales también se venden de inmediato. 

Precios dispares

Al ser consultada sobre los precios elevados que se pueden pagar por un repelente, Gagliano sostuvo que las farmacias “no son formadoras de precios” y agregó: “Las droguerías nos mandan el precio, que después haya gente que en vez de cobrarlo 5 mil lo cobra 10 mil, ya es otro tema”.

Si bien ante la gran demanda de repelentes y su escasez en todas sus versiones, farmacias de barrios comenzaron a implementar listas de espera, no todas lo hacen: “Nosotros cuando tenemos entregamos al que viene a comprar, obvio que no más de dos por cliente”, dijo Gagliano sobre su comercio.

En el mercado se pueden identificar tres tipos de repelentes: las cremas, los aerosoles y los spray.

El aerosol de color naranja de la marca Off se vendía el pasado fin de semana en un supermercado céntrico a 3 mil pesos. Se entregaban dos por persona y “volaron” de la góndola de manera inmediata.

Cabe recordar que la Municipalidad de San Francisco elabora su propio repelente que ofrecen en formato spray de manera gratuita. Entregan 300 por día en la Asistencia Pública y 400 en los CAPS.