Días atrás, un grupo de jóvenes de San Francisco y la región hizo cima en el Cerro Aconcagua, el pico más alto de América, con 6.962 metros. Se trató de Jerónimo Bonino, Micaela Mulassano, Ezequiel Fusero, Guido Bordese y Luisina Sismondi.

El grupo hizo cumbre el domingo 29 de enero, cerca de las 16, tras 14 horas de caminata. En total, fueron 25 horas.

Precisamente Bonino fue quien encabezó el desafío, que ya encaró en otras oportunidades, y tras el éxito del mismo habló en La Mañana de El Periódico por FM 97.1 dejando sus sensaciones.

El coordinador contó que la idea surgió junto a un compañero con quien tiene un grupo de entrenamiento de ciclismo, Guido Bordese, el cual cumple 10 años, por lo que querían intentar escalar el cerro en bicicleta: “Queríamos ver si nos dejaban. Si bien por ahí parece una locura, ya se ha hecho en otras oportunidades. Estuvimos tramitándolo desde junio del año pasado, parecía que sí y al final no nos terminaron autorizando”.

“Paralelamente a eso, yo venía organizando también el viaje para llevar gente. Y de ahí que se sumaron Micaela Mulassano y Ezequiel Fuseropara hacer el trekking, el viaje convencional. Cada uno estuvo entrenando por su cuenta desde mitad de año, un poco antes también, y se armó un muy lindo grupo más allá de que no nos conocíamos”, agregó.

En el caso de Bordese, él ya había hecho cumbre con Bonino en 2015, pero para los otros tres jóvenes, la novia de Guido y los demás escaladores de San Francisco, era la primera vez.

La travesía

El grupo le puso 13 días para llegar a la cima. “Este año el Aconcagua venía con un clima medio complicado. Nosotros veníamos siguiendo las redes sociales del Aconcagua y los primeros 15 días de enero nevó con más de tres metros acumulado total de nieve, muy fuera de lo común para la temporada. Muchas expediciones directamente ni pudieron intentar cumbre, se tuvieron que volver. Pintaba medio complicado”, sostuvo.

Sin embargo, cuando entraron al parque, lo hicieron con buen tiempo en toda la zona baja. Pero en otros sectores, el panorama no era el mismo: “Cuando llegamos a Plaza de Mula se abrió una ventana de buen tiempo para los que ya estaban más arriba, y empezaron los accidentes, fueron varios días de incertidumbre de si íbamos a poder o no porque la nieve empezó a congelarse rápidamente, entonces se hicieron planchones de hielo donde la gente se patinaba y se ponía peligroso. Hubo un montón de evacuaciones, al helicóptero uno lo veía todos los días sobrevolar la zona. Veíamos que se empezaba a poner difícil”.

Escaladores de San Francisco hicieron cumbre en el Cerro Aconcagua

Llegado el día de hacer cumbre, el pronóstico era alentador, tanto para el sábado como para el domingo. Pero una nevada los preocupó.

“Nos jugamos a ir el domingo. Ese sábado me desperté temprano, era un día espléndido, tenía miedo que cambiara el día siguiente. Y nos asustamos, porque el domingo nos despertamos a las 12 de la noche para salir a caminar a las 2 de la mañana y estaba nevando. Pero un rato después pasó la tormenta”, contó.

Así fue que salieron a caminar a las dos de la madrugada y, cerca de las cinco, ya estaban en el último en campamento. “Llegamos a lugares clave, en donde habían pasado los accidentes, casi sin gente. Eso también fue muy bueno porque por ahí los accidentes pasan cuando se empieza a amontonar gente que sube y baja. Y como el sendero es muy angosto, el hecho de que no haya habido gente nos vino bien y pudimos transitar toda esa zona medio peligrosa con tranquilidad”, detalló.

A paso lento pero firme, lograron la cima: “No se da siempre y fue muy lindo para nosotros: logramos llegar los cinco a la cumbre”.

Sanfrancisqueños escalaron el cerro Aconcagua, el pico más alto de América

La preparación para la alta montaña

Bonino, con experiencia en alta montaña, se refirió a la preparación que hay que tener para encarar un desafío como tal. En ese sentido, sostuvo que se requiere “mucha preparación técnica” y “muy específica”. 

Más allá de cuestiones como caminar de noche o en medio de la nieve, es importante poder llevar de la mejor manera el proceso de aclimatación: “Es llegar bien con el cuerpo, acostumbrarlo a la falta de aire, que es bastante notoria. Nosotros teníamos un pulso oxímetro y más allá los los controles médicos que están en los campamentos, también nos controlábamos nosotros. Después sí, el frío se combate con el equipo”.

“Nosotros teníamos un equipo que funcionaba y que hace que uno, dentro de todo, no sufra el frío. Pero lo importante es la aclimatación, lograr esos días previos que el cuerpo se acostumbre a esa falta de oxígeno”, añadió.

Sanfrancisqueños escalaron el cerro Aconcagua, el pico más alto de América

En esa línea, ejemplificó: “Nos faltaban 200 metros de distancia, casi que se ve la cumbre, pero son un poco más de dos horas de caminata, es un ritmo muy lento. Lograr que el cuerpo se acostumbre a esa falta de oxígeno lleva su tiempo y es un proceso. La alimentación, la hidratación y la actividad física diaria son cosas que hacen que el cuerpo se vaya acostumbrando a esa falta de aire”.