Durante más de una década el anfiteatro emplazado en el centro del barrio Roque Sáenz Peña fue un monumento a la mugre y a la inseguridad. Por eso cuando desde el centro vecinal decidieron refaccionarlo para darle nueva vida más de un vecino levantó su objeción y pidió que directamente se elimine.

Sin embargo, los vecinalistas y el municipio decidieron reacondicionar dicha obra para apostar a que el barrio tenga más actividades culturales, artísticas y educativas en ese espacio.

“Realizamos una encuesta en el barrio para saber qué futuro quería la mayoría de los vecinos para el anfiteatro. La mayoría de los residentes frente a la obra quería que se lo sacara por completo; mientras que otra mitad del barrio no, porque opinaban que no hay lugar así en San Francisco ni en la zona”, manifestó Jorge Rinaudo, presidente vecinal.

“Entonces decidimos restaurarlo –agregó-, se están gestionando dos columnas de luces, ya hemos pintado todas las paredes y se está mejorando toda la parte del parquizado de todo el sector, queremos darle nueva vida al lugar”.

Convocatoria

La comisión vecinal realizó una convocatoria invitando a entidades sociales y deportivas del barrio para que pinten sus propios murales en el anfiteatro y así darle más vida al exterior del monumento.

“Hablamos con distintos sectores que representan al deporte en el barrio como a la hinchada de Sportivo Belgrano -La banda de José José-, el club 2 de abril, Juventud Unida y a los Charabones para que pinten su mural para darle otra imagen al anfiteatro”, sostuvo Rinaudo.

Con respecto a la finalización de la obra el vecinalista explicó que no hay una fecha determinada ya que dependen de estos murales y otros detalles, como restaurar el portón. Y estimó que demandará por lo menos un mes más.

La obra que dividió a un barrio

En el popular barrio conocido como “Las 800” hubo miradas opuestas sobre el anfiteatro.

Maricel: “Hay que ver lo que van a hacer, porque siempre ha sido un lugar para ‘las juntas’. Espero que de una vez por todas pueda funcionar como espacio cultural porque se dejó estar por mucho tiempo y era prácticamente un basurero. Para mí hubiera sido mejor que lo saquen, pero ya lo están refaccionando así que esperaremos que lo puedan mantener”.

Jorge: “Esto está desde que se inauguró el barrio así que es un poco nuestro, ojalá le puedan dar una buena utilidad. A los comerciantes el anfiteatro les afecta un poco la visibilidad y es cierto que para dejarlo hay que ponerle una buena iluminación”.

Antonio: “Desde el primer momento dijimos que hay que tirarlo abajo, porque sólo sirve para reunión de muchachos. Antes lo usaban de basurero. Se robaban las bicicletas, las desarmaban y lo que no servía lo tiraban ahí. Ellos (el centro vecinal) lo quieren reactivar porque nadie se hizo cargo, ni la Municipalidad ni nadie. El fin cultural para el que se lo construyó nunca se logró”.

Vilma: “Al anfiteatro lo han usado como baño, en las paredes le hacían asados, creo que lo mejor hubiera sido sacarlo. A la noche es una boca de lobo. Se decidieron a remodelarlo pero lo ideal sería hacerlo techar para que se dicte algo de cultura para que la juventud pueda aprender algo”.

Nació con el barrio

El anfiteatro se inauguró con el mismo barrio en el año 1982, con una capacidad para 200 personas. En un principio fue muy utilizado, las instituciones sociales y educativas realizaban múltiples eventos, pero con el tiempo fue cayendo en desuso.

En 2002 se le hizo una refacción en las paredes, se realizaron murales, pero nuevamente lo dejar estar y así trascurrieron 12 años sin uso hasta la actualidad donde los vecinalistas buscan que tenga nueva vida.

100 MIL

La restauración completa costará más de 100 mil pesos.