“El principal problema es que no hay espacio; los chicos no tienen un lugar cómodo para hacer sus actividades”, explicó Belén a El Periódico, mamá de dos niños que asisten al jardín de infantes de la escuela General Mitre.

Al lugar concurren diariamente 107 niños, divididos en cuatro salas, dos por la mañana y dos por la tarde. Pero las condiciones del edificio son lamentables. Por ejemplo, se pueden observar cables de electricidad sueltos, un baño precario y sin elementos de higiene, vidrios rotos o flojos en las ventanas, entre otras cosas.

“Uno como padre está muy intranquilo en esas tres horas donde su hijo está en el jardín”, contó la mujer, quien sostuvo que pese al reclamo los chicos van a seguir concurriendo a clases: “Sé que ahora se van a empezar a preocupar”, manifestó.

Más espacio

La madre explicó que irán con “los tapones de punta” para que se construya un nuevo edificio porque en el actual solo existe un pasillo angosto para que los alumnos hagan actividades y dos aulas pequeñas: “El jueves llovió y los chicos tuvieron que jugar en el pasillo porque entraba agua en la sala”, indicó la mujer.

Los padres dicen estar cansados de hacer notas y reclamos y no recibir respuesta. Sin embargo, cuando el jueves esto se conoció en los medios algunos políticos de la oposición como el oficialismo se arrimaron a ver qué pasaba. “¿Qué esperan; que pase una tragedia?”, se preguntó.

Pese a todo, la madre consultada por este medio rescató el trabajo de las maestras: “Hacen magia”, consideró.