Los carísimos servicios que el Centro Vecinal San Martín presta a la Municipalidad de San Francisco por el corte y recolección de césped en distintos puntos de la ciudad, tema que había sido revelado por El Periódico en su edición del 3 de noviembre de 2012, finalmente recibieron su pago por parte del municipio. A pesar de las irregularidades señaladas por este medio, la comuna abonó las facturas al centro vecinal que dirige Manuel “Totó” Rodríguez, hombre muy allegado al gobierno del intendente Llaryora. Lo hizo en distintos pagos, hasta el momento por una cantidad superior a los 230 mil pesos.

La mayoría de esa cifra fue pagada entre el 16 y el 30 de noviembre del año pasado, apenas unos días después de lo publicado por este medio, mientras que parte del saldo restante se pagó en marzo de este año. Cabe recordar que, aun contando con los empleados municipales que normalmente realizan estos trabajos, la Secretaría de Servicios Públicos, a cargo de Néstor Gómez, había encargado al centro vecinal el corte y recolección de pasto en diferentes sectores de la ciudad, por la cual la entidad vecinal había facturado 261.250 pesos, una cantidad similar a la que se podría haber destinado a obras importantes de la ciudad; y muy lejana a las que manejan las arcas vecinales o las que cobran por estos servicios las empresas de jardinería.

Sin empleados

La investigación de este medio demostró que extrañamente este centro vecinal facturó las mismas cantidades de metros aunque se trataba de espacios verdes muy distintos en su extensión. Ni un metro más, ni uno menos, los montos que facturó al municipio fueron en muchos casos idénticos, lo que parece indicar que se facturó a “ojo” o por acuerdo previo. Por otra parte, el Centro Vecinal de barrio San Martín no tenía empleados, según su inscripción en la Afip.

Las autoridades municipales se ampararon en la ordenanza 6165, es decir, interpretaron que el corte de césped era urgente y que debía resolverse por contratación directa, otorgando más de 260 mil pesos.

Sin explicaciones

Ante la publicación de la información, a través de mensajes y llamadas telefónicas Rodríguez había señalado que los datos publicados por este medio eran falsos, que iniciaría acciones legales y hasta amenazó con agredir a los redactores de la información. A pesar de que este medio le dio la oportunidad de probar sus dichos, Rodríguez no asistió a ninguna de las dos entrevistas acordadas para dar sus explicaciones. Las autoridades municipales no hicieron declaraciones sobre el caso.