En la puerta de entrada de una casa de calle Independencia al 1300, resuenan los sonidos de un acordeón. Allí, con sus 79 años, sentado al lado de una ventana, todavía practica el maestro Alcides Maretto, que lejos está de pensar en un descanso o una jubilación de la música.  

Desde su niñez ha dedicado su vida al estudio y ejecución del acordeón. A los 8 años comienza a conocer el instrumento y a los 12 ya toca en una agrupación. Ha fundado varias bandas musicales en la ciudad y la región como así también ha sido músico de distinguidas figuras del canto a nivel nacional.

Su habilidad para manejar el acordeón lo lleva recorrer el país y parte del mundo, pero siempre decide volver a su origen.

¿Por qué decidió quedarse en la ciudad?

Siempre me tiró más San Francisco. Hasta en las giras que hacía extrañaba mucho mi ciudad, por eso nunca me quise ir.

Pero las giras han sido muchas.

Estuve de gira casi un año por la Argentina con una artista brasileña llamada Yuyú Da Silva. Había llegado al país y un músico se le enfermó, entonces alguien me apuntó. Ella me citó a Rosario, fui con el acordeón, le toqué unos temas y me dijo ‘vaya a buscar la ropa’. Tenía una banda de grandes músicos. En aquel tiempo no existían las pistas de música grabada, así que había que tocar todo en vivo. Recorrimos gran parte del país. Después la música me llevó por Uruguay e Italia.

¿Siente que va desapareciendo el acordeón?

En Europa se sigue tocando mucho, está bien cotizado. En Rusia hay músicos maravillosos que he visto de gira en el país, en Francia ni hablar. Y ellos tienen conservatorios donde se enseña, que acá no los hay, para aprender sobre el instrumento. A veces los chicos lo único que quieren aprender es a tocar una cumbia, entran en bandas pero no han hecho un estudio avanzado y se quedan estancados en eso. Se ha perdido un poco la enseñanza y el aprendizaje de acordeón. Ahora vienen unos instrumentos con pistas incorporadas, entonces el músico no aprende. Y el solfeo y la teoría hay que estudiarla, practicarla, salvo que se tenga un oído privilegiado.

¿Cree que el tango va por el mismo camino?

San Francisco tenía muchos adeptos al tango y ya quedan pocos. Tampoco se ofrecen grandes festivales por los costos y los tangueros son gente grande. Goyeneche solía preguntarle a algún chico si le gustaba el tango y cuando le decían que no, él respondía: ‘Ya te va a gustar’. Las épocas van cambiando, hoy a los chicos les gusta otra cosa, qué se le va a hacer. Igual tengo cuatro nietitos y parece que a dos de los varoncitos les gusta el acordeón, así que a lo mejor siguen los pasos.

En los últimos años hubo fusiones del tango con el rock, con la música electrónica, ¿qué opina de eso?

A mí la música me gusta toda. Por ahí en el folklore soy medio delicado, me gusta bien hecho, bien cantado. Hace unos días tuve una satisfacción muy grande al ver a la agrupación Escalandrum, donde toca el nieto de Piazzola. Fue extraordinario, era un grupo de otro planeta y me hizo llorar de emoción lo que hicieron.

¿El músico nace o se hace?

Creo, y es una opinión personal, que músico se nace, no se hace. Ocurre por ejemplo en los padres que quiere que su hijo sea Maradona y si el chico no nace para jugar al fútbol no lo va a poder hacer. Y pienso que pasa lo mismo con el músico. Yo era chiquito y me volvía loco con la música cuando mis padres iban a las fiestas en plaza San Francisco.
 

Tocando con amigos

Las noches de tocar para el maestro Alcides continúan. Con Euclides Mina y Hugo Bonino -también reconocidos acordeonistas- formaron el trío “Tres acordeones tres”, con el que suelen presentarse en distintos eventos.
 

“El Polaco”

Maretto tuvo en suerte la posibilidad de tocar junto a grandes cantantes de la escena nacional como Roberto Rufino, el Roberto ‘Polaco’ Goyeneche, Roberto Florio, Alfredo ‘el negro’ Belusi, Alberto Podestá, Oscar Ferrari, entre tantos otros.

Sobre el “Polaco” recuerda: “Me decía que por más que él tuviera tangos nuevos acá le pedían los clásicos, ‘Garúa’, ‘María’. Era un tipo loco, le gustaba embromar a los demás, siempre muy divertido”.