Sucede desde tiempos inmemoriales. Y si bien hoy el varón se produce y cuida su aspecto con mucha más dedicación, en el fondo, cuando se trata de componer un estilo y llevar el mejor look, quien decide qué debe ponerse el hombre muchas veces sigue siendo la mujer.

Una encuesta Universidad Abierta Interamericana (UAI) asegura que siete de cada diez mujeres deciden lo que debe ponerse el hombre. Ellas dominan casi con exclusividad el guardarropa propio, el de sus parejas y de sus hijos, según la encuesta.

El Periódico salió a recorrer negocios para cotejar la información y saber verdaderamente si las mujeres sanfrancisqueñas tienen el poder de decisión a la hora de vestir a sus hombres.

“A mi marido lo visto yo”

Soledad espera que su hijo salga del probador del local El Marqués de Sade con un jean que pretende que sea utilizado para las salidas nocturnas. “Tengo dos hijos de 15 y 11 años que se visten de forma clásica y la verdad me gustaría que se vistieran más facheros. Al final se compran lo que ellos quieren”, dice con cara no muy convencida cuando el chico sale con una sonrisa del cortinado. “Eso sí -revela la mujer-, a mi marido lo visto yo, es más, ni siquiera viene a comprar la ropa, lo hago yo”.

Por otra parte, Franco asegura que es libre de comprarse lo que quiera. Sin embargo, por lo bajo aclara que en cuanto a vestimenta para salir se trata, sale con su esposa y los dos terminan eligiendo.

Casos similares suceden a diario en los locales de nuestra ciudad.

“O se lleva lo que ella quiere o nada”

Así refleja lo que vive a diario Romina en el local El Marqués de Sade. “Cuando el hombre o el chico vienen acompañados por ellas es común escuchar: “Esa no me gusta” o “No es tu estilo” y después de probar varias opciones se termina comprando lo que le gusta a la mujer. No hay excepción”, explica.

Y continúa: “En el caso de los chicos que vienen con sus madres también, aunque en esos casos hay más discusiones. Pocas veces se ponen de acuerdo porque lo que le gusta al hijo no es lo que quiere la madre, más de una vez discuten y se van sin nada”.

Según la vendedora cuando el hombre concurre solo a comprar es más práctico. “Si algo le gusta se lo lleva y listo. Con su pareja es medir, probar y elegir”, sostiene.

“Antes venían con su madre, ahora con la novia”

Germán, de Estructura, cuenta que tiene clientes de muchos años que comenzaron comprando bajo la mirada de las madres y ahora lo hacen bajo la supervisión de las novias.

“Es común que la mujer le elija la ropa al hombre, ya sea la madre o la novia. Hay clientes que hace unos años venían con la madre y ahora lo hacen con su novia, es como que tienen que tener el visto bueno de una mujer para decidirse”, asevera el vendedor. Y explica: “La mujer es más vanguardista en cuanto a la moda, conocen los colores que se usan, los cortes, todo”.