El consultor y analista político Jorge Borgognoni sostuvo que en la elección provincial del próximo año Martín Llaryora, flamante candidato de Hacemos por Córdoba, se juega dar un salto “muy importante” en su carrera política que de darse positivamente lo hará pensar en un objetivo más ambicioso a futuro: una candidatura presidencial.

“Puede sonar muy atrevido de mi parte decirlo, pero si un político se queda sin ambición deja de ser político. No digo con esto que sea un obstinado por el poder sino por la construcción de la otredad. Ahora se tratará de posicionar a Córdoba y trasladarlo hacia adelante en la construcción de la vida productiva”, dijo ante la consulta de El Periódico.

Borgognoni indicó que en caso de que Llaryora se convierta en gobernador, tendrá una agenda que excederá a cuestiones de alumbrado, barrido y limpieza: “Surgirán otros conceptos como la distribución de riqueza, el modelo de país, las relaciones bilaterales, una agenda de discusión de otro nivel”.

El intendente de Córdoba, cabe recordar, confirmó el lunes que en 2023 será candidato a gobernador de la provincia dentro de Hacemos por Córdoba, tras ser lanzado por el gobernador Juan Schiaretti en un acto realizado en la capital provincial.

Jorge Borgognoni, analista y consultor político.
Jorge Borgognoni, analista y consultor político.

“Es un momento de construcción, bisagra para su carrera política, desde muy joven ha sido militante dentro de las filas del justicialismo cordobés pasando por todas las versiones”, resaltó.

Recorrido

Borgognoni recordó la primera inserción política de Llaryora en el gobierno municipal de Jorge Luis Bucco, como directo de Juventud. Luego su llegada a la Provincia como director de Promoción de Empleo llevando adelante la primera política de empleo con el Plan Primer Paso (PPP).

“Allí comienza un recorrido importante, tras ello es electo concejal del PJ en San Francisco que es un antes y un después porque luego se presentaría a internas y meses después se convertiría en intendente”, repasó el consultor político.

Luego, Borgognoni explicó que hoy Llaryora, con 50 años, vive un momento clave de su carrera habiendo pasado muchas instancias, entre ellas electorales y con alguna derrota importante en una legislativa.

Por último, definió al exintendente de San Francisco como una persona de “diálogo”, característica para “construir consenso”.