“Cuando llueve es muy lindo, yo les digo a todos que en mi casa tengo vista al lago”, dice con ironía José, vecino de calle San Lorenzo que desde hace un año vive frente al Parque Cincuentenario.

El joven, como los demás vecinos consultados por El Periódico, sostuvo que se guía de un cartel que está colocado en la esquina de San Lorenzo y Uruguay para conocer qué quiere hacer el municipio en este emblemático espacio verde de la ciudad. El cartel al que hace referencia indica lo que tendrá el nuevo parque y muestra una imagen ilustrativa que a los ojos cae bastante bien. Y promete un paseo forestal, fuentes de agua, reforestación, iluminación integral, senderos, juegos para niños, bancos y hasta mirador.

Sin embargo, cuando uno baja la vista se encuentra con la triste realidad. Un pedazo de tierra desolador acompañado de olores nauseabundos. Hay caballos, perros que caminan por el lugar y aves que se asientan en alguno de los charcos de agua, que le dan algo de vida en la semana. No más.

El hijo varón de Mónica, otra vecina, ya no se acerca a jugar al parque como antes. Sucede que donde se improvisaba una canchita de fútbol ahora existe una laguna.

La mujer vive hace 19 años en el barrio y recuerda los momentos en que la gente se acercaba los fines de semana al lugar para pasar el rato, como sus hijos. Pese a ello, ahora tiene temor de que jueguen allí por lo inseguro que se volvió.

Con la nariz tapada

“Yo no sé bien qué quieren hacer, lo que sé es que esto suele largar algo de ‘barandingui'”, aseguró José, que se quejó del olor a podrido, sobre todo en los días de lluvia, lo que no le permite siquiera abrir la ventana de su casa.

Además consideró a la obra como “rara”, al explicar que vio durante un tiempo camiones en movimiento durante la noche y no durante el día. “Pasaron de hacer un parque a una laguna de retardo, pero no sé en qué va a terminar. Nos guiamos por lo que dice el cartel de la esquina”, indicó.

No desespera

María también vive frente al Parque Cincuentenario y tiene una mirada más optimista: “Como vecina a mí no me molesta, yo sé que a esta obra pública la van a terminar, creo que hay que darle tiempo”, declaró. De todos modos coincidió en que no sabe fehacientemente cómo va a terminar.

Inseguro

Al margen de la expectativa y el desconocimiento que los vecinos tienen de la obra, todos los que fueron consultados por este medio coincidieron en que durante la noche el Parque Cincuentenario es una “boca de lobo”.

Las luces son escasas y la oscuridad reina en el lugar: “De noche hay gente que se mete dentro del parque. La oscuridad que hay sí me preocupa porque uno no está tranquilo”, consideró María.

José y Mónica se mostraron de acuerdo en este punto: “A la noche no hay luz; funciona un reflector que alumbra un árbol y nada más. Deberían girarlo hacia la calle. La verdad es que es inseguro y ya hubo robos porque algunos se esconden en la bajadita a la laguna y se aprovechan de la oscuridad para robar”, contó el primero.

Últimas novedades

A fines del año pasado el intendente Martín Llaryora recorrió esta obra denominada “Sistematización de desagües pluviales urbanos internos de San Francisco”. Fiscalizó los trabajos de ampliación del pulmón pluvial que se está llevando a cabo en el Parque Cincuentenario y su conexión con el canal del camino interprovincial. Según declaró a la prensa, una vez concluida (no dijo cuándo), dicha obra ayudará a solucionar los problemas de desagües en los barrios Parque, Hospital y zonas aledañas.

En los dos últimos años, en sus discursos de apertura de sesiones del Concejo Deliberante, el intendente Llaryora repitió exactamente la misma frase: “Estamos reacondicionando el Parque Cincuentenario para que vuelva a tener el brillo de antaño”, aunque en el último agregó que la obra estaba avanzada casi en un cincuenta por ciento. Sin embargo, los vecinos consultados señalan que la obra va “muy lenta” y que el parque no tuvo ningún cambio para bien.

En estos días, el único trabajo visible es el inicio del recambio de las veredas, obra que demandará alrededor de cuatro meses de trabajo, y la instalación de una pequeña tubería.