Esta semana continuó en Córdoba el juicio contra el ex presidente de Sportivo Belgrano de San Francisco, Pablo Esser, en una causa por narcolavado donde se lo sindica por la Justicia Federal de ser integrante de una organización dedicada a la venta de estupefacientes, y a la vez, acusado de lavado de dinero.

En la última audiencia del juicio desarrollada el miércoles en el Tribunal Oral Federal N°1 de Córdoba, en el que también son juzgadas otras personas como presuntos miembros de la organización, Esser amplió su declaración indagatoria y nuevamente negó las graves acusaciones en su contra.

En su oratoria, el dirigente dijo que su único “pecado” fue vender dólares a Brian Requena, barra de Sportivo detenido por presunto narcotráfico, pero aseguró que no sabía para qué iba a ser destinado ese dinero. Además apuntó contra el fiscal federal de San Francisco, Luis María Viaut, recientemente condenado por pedido de coimas y tráfico de influencias, al mencionar que el funcionario judicial intentó pedirle coima a su familia para liberarlo y que le había inventado la causa. El juicio continuará el próximo lunes 9 de mayo.

Este medio accedió al expediente donde la Fiscalía Federal de Villa María, a cargo de María Marta Schianni, fundamentó la pesada acusación contra el dirigente deportivo en base a una extensa investigación compuesta por escuchas telefónicas, seguimientos, fotos y vídeos. Schianni es la misma fiscal que investigó a su colega Viaut, aportando un importante cúmulo de pruebas que resultaron en la condena del alto funcionario judicial de San Francisco.

Según el expediente, Braian Requena está acusado de ser el cabecilla de una banda dedicada a la venta de drogas ingresaban desde la zona del gran Rosario de la mano de Lucas Alfonso, para venderla en esta región a través de distintos "kioscos narcos". 

En la investigación de la Fiscalía, a Esser y Bosio se los sindica como fundamentales en la venta de dólares a Requena con conocimiento y participación de la comercialización de estupefacientes, ya que proveían el dinero para dicha actividad.

Reuniones entre Requena, Esser y Bosio

Según la acusación que se reflejó en la elevación a juicio de la causa solicitado por la fiscal Schianni, para comprar cocaína a Lucas Alfonso, cuyo precio se fijaba en dólares, Requena y Franco Espina (miembros de la “barra brava” de Sportivo Belgrano) contactaron a Esser y su colaborador Juan Carlos Bosio para cambiar pesos por dólares. "Estos  intercambios se produjeron en distintas reuniones en los domicilios de Brian Requena y de Juan Carlos Bosio, encuentros de los que también participó Pablo Esser", precisó la Fiscalía.

Además, indicó que “dicha maniobra importó introducir al mercado de cambios dinero ilícito proveniente del narcotráfico, origen delictivo que conocían acabadamente Esser y Bosio”.

En otro tramo de la acusación, sostuvo: “Parte de la operatoria de Esser y Bosio consistió en solicitar a distintas personas que crearan cuentas en entidades bancarias para comprar dólares, proporcionándoles para ello el dinero en efectivo que era provisto por Requena, a raíz de lo cual a través de estos intermediarios se colocó en el mercado financiero el dinero del narcotráfico”.

Tras las tareas investigativas e intervenciones telefónicas, la acusación de la Fiscalía sostuvo que reunió numerosas comunicaciones entre Braian Emanuel Requena, Pablo Esser y Juan Carlos Bosio, quienes, según detalló el expediente, colaboraron con el primero en reiteradas oportunidades cambiándole el dinero obtenido con la venta de droga (pesos) por dólares.

Según expuso la Fiscalía, todo ello a fin de que Requena pudiese comprar cocaína en la provincia de Santa Fe, por lo general cuando viajaba los martes de cada semana. Así, la fiscal Schianni resaltó que una vez que Esser y Bosio conseguían los dólares, se pactaban encuentros para poder entregarlos a Requena en los domicilios de Bosio o de Requena alternativamente. Según los investigadores, las tareas de vigilancias dieron cuenta cabal de estas reuniones.

La investigación de la Justicia también fundamentó que Esser y Bosio tenían conocimiento de la actividad ilícita de Requena, entre otras cosas, por una conversación que mantuvieron entre sí. En el diálogo que presentó la Fiscalía, el ex presidente de Sportivo le preguntó a Bosio si le había hablado "el Braian" a lo que el segundo respondió que no, que iba a comprar la ´lechuga´. Ante esta respuesta Esser le expresó que siempre les daba (los pesos argentinos) los viernes, sábado o domingo, y Bosio le dijo que sabía que estaba floja la venta porque había escuchado de un “falopero” que andaba diciendo que no se conseguía ‘falopa´ en ningún lado porque no traían”.

En el documento judicial se deja asentado que como la conversación detallada en el párrafo anterior existen muchas más cruzadas entre los tres imputados, así como también fotografías y filmaciones donde se pudo visualizar en varias oportunidades a Esser y a Bosio ingresando o saliendo de la vivienda de Requena.

A su vez, se menciona en la investigación que se vio a Requena entrar y salir de los domicilios de Esser y Bosio, reforzando la tesis de que los encuentros entre los tres obedecían a que Requena pudiera comprar la droga que posteriormente comercializaba.

Por otra parte, en el expediente se detallaron numerosas conversaciones entre Requena y los otros acusados en el juicio, como también entre los demás miembros de la presunta organización entre sí.

Lavado de dinero: familiares y testaferros

Siempre de acuerdo a la acusación que realiza la Fiscalía Federal, la cual deberá demostrarse en el juicio, Esser y Bosio eran socios en el lavado de dinero, lo cual se evidenció mediante la investigación en que, en varias ocasiones, hablaban entre sí (de manera encubierta) de vender dinero en efectivo a Requena.

En el expediente, se refleja que a partir de la investigación se descubrió que “la compra de dólares para Requena la realizaban Esser y Bosio, tanto por sí mismos como también mediante la utilización de terceras personas, a quienes les ofrecían abrirse cuentas para comprar dólares (dándoles el dinero en efectivo para ello, provisto por Requena) en diferentes entidades bancarias. 

Según la fiscalía, a diferencia de lo que menciona el ex dirigente deportivo, la afinidad entre Requena y Esser, más allá de las conversaciones y encuentros que tenían, se vio reflejada también en el hecho de que cuando el primero se quedaba sin dinero para comprar estupefacientes le solicitaba a Esser que le prestara.

Lo mismo indican desde la oficina judicial con respecto a la relación de afinidad que unía a Bosio y Requena, quienes también compartían conversaciones y mantenían encuentros.

En el expediente también se expresa que por medio de la intervención telefónica de la línea de Bosio, se supo que éste, tras un pedido de Requena, se comunicó con un funcionario del poder judicial de la provincia de Córdoba para consultarle si “Braian” estaba siendo investigado, a lo que el funcionario le contestó que no; en la misma conversación Bosio agregó que Requena en su casa no tenía nada “ni la plata ni la merca”.

Además, en la acusación se refleja que los informes presentados por la Unidad de Información Financiera y los restantes elementos incorporados al legajo, constituyen serios indicios de que Esser y Bosio, a través de aquella actividad, insertaron dinero en el mercado financiero para darle una apariencia lícita, siendo que el mismo provenía de la comercialización de estupefacientes.

En este sentido, se menciona que el ex presidente de Sportivo aumentó su capital e ingresos en cuentas bancarias y tomó acciones en varias compañías aportando dinero. Siempre según la acusación, también habría utilizado cuentas de terceros, familiares directos y familiares políticos para ello.