Este miércoles se llevó a cabo la cuarta audiencia del juicio por narcotráfico que tiene entre sus imputados a Pablo Esser (48), empresario y ex dirigente deportivo, acusado por presunto lavado de dinero y comercialización de estupefacientes. El proceso se desarrolla en el Tribunal Federal Oral 1 de la ciudad de Córdoba y seguirá el lunes 9 de mayo con los alegatos.

En la oportunidad declararon tres testigos forma remota y Esser amplió su testimonio, asegurando que intentaron coimearlo desde la fiscalía federal de San Francisco.

En primer lugar declaró Oscar Sosa, efectivo de la Policía Federal que fue parte de la investigación.

Sosa indicó que la causa se inició en julo 2019 a partir de un oficio de la fiscalía federal de San Francisco. Sin embargo, comentó que la misma se venía investigando desde hacía tiempo a partir de una denuncia anónima.

Según su declaración, la hipótesis era que Artaza y su yerno Requena se dedicaban a la venta de estupefacientes en San Francisco con droga proveniente de Rosario. A la vez, dijo que a raíz de que Requena estaba "guardado" por una denuncia de amenazas, recién a finales de 2019 empezaron a verlo y empezaron a llevar adelante escuchas telefónicas. De esa manera, dijo, tomaron conocimiento de que podía dedicarse a la venta de estupefacientes por la forma de hablar, en códigos.

Siempre de acuerdo a su testimonio, se creía que Requena oficiaba de jefe valiéndose de varios colaboradores para la venta y resguardo de estupefacientes así como para el guardado del dinero producto de la venta.

Uno de ellos, expresó, era Franco Espina, que le realizaba distintas diligencias y le guardaba estupefacientes y armas de fuego. Sosa dijo que se presumía que también cometían robos. Además, manifestó que se creía que se valía de los hermanos Gustavo y Andrés Rolon, quienes aparentemente le guardaban dinero mientras que el segundo lo ayudaba con la venta al menudeo. Imágenes de una cámara de vigilancia también habrían mostrado cuando algunos compradores iban a la casa de Requena, apuntó Sosa.

Otro colaborador, dijo, era César Nieto, que le guardaba dinero. Después de meses, afirmó, tomaron conocimiento de que Requena realizaba viajes a Santa Clara de Saguier, por el gps que tenía en su auto. Para ello, dijo, Requena juntaba previamente dinero en efectivo para cambiarlo por dólares, que es la moneda generalmente utilizada en estas transacciones.

A su vez habló de que descubrieron de que Requena, cada una o dos semanas, realizaba viajes hacia el mismo lugar. Y relató los encuentros entre Requena y un Peugeot 207 en ese sector, entre muchos otras cuestiones del hecho que le tocó investigar como efectivo de la Policía Federal.

Pablo Esser amplió su declaración

Tras la declaración del primer testigo de la jornada, Esser pidió ampliar su declaración y denunció que intentaron coimearlo desde la fiscalía federal de San Francisco: aseguró que el día después de su detención, desde la fiscalía federal de San Francisco (cuyo fiscal federal en ese entonces, Luis María Viaut, fue condenado por corrupción días atrás) le pidieron dinero a su mujer a cambio de eliminar una escucha telefónica de la causa que lo vinculaba a Requena. Y sostuvo que esa denuncia está aportada a la causa desde 2020. 

Esser dijo haber sido una "víctima de la fiscalía federal", ya que el día posterior al allanamiento a su propiedad llamaron a su mujer y le pidieron una suma de dinero diciéndole que se quedara tranquila, que Esser no tenía nada que ver "con la droga", pero que pagando una determinada suma de dinero podía eliminarse una escucha en donde supuestamente Esser hablaba con Requena por cambio de dólares a pesos.

Con esa suma de dinero, dijo Esser, le prometieron que quedaría en libertad. En una segunda comunicación, dijo el expresidente de Sportivo Belgrano, le dieron a conocer a su mujer algunas cuestiones de la causa. "Sabían más de lo que yo sabía", dijo. 

Seguidamente negó haber estado relacionado alguna vez con la droga y afirmó conocer a Requena porque él era presidente de Sportivo Belgrano mientras que Requena integraba una de las facciones de la barra brava. A su vez, sobre la venta de dólares, agregó que fueron "cuatro o cinco" operaciones y que el dinero entregado no superó los 20 mil dólares. 

Más testigos

Tras la ampliación de la declaración de Esser, declaró Liliana Cabral, mamá de Lucas Alfonso, el sindicado por proveer la droga que se vendía en San Francisco. Habló sobre la actividad económica de la familia: dijo trabajar en la Comuna de Ibarlucea (Santa Fe) y que su hijo también fue empleado de dicha comuna. Asimismo dijo que después de ello su hijo dejó ese trabajo porque compraron un camión para que su marido manejara cuando se jubilara. Mientras tanto, sostuvo, lo utilizaba Alfonso haciendo fletes.

A continuación prestó declaración Juan Loyola, jefe de Franco Espina. Dijo que Espina trabajaba para él desde hacía tres o cuatro años como peón de albañil, que le fue a pedir trabajo, él se lo dio y Espina cumplió siempre. Entre otras cosas dijo que era "muy educado" y que no le conocía otra actividad.

Otros imputados

Además del expresidente de Sportivo Belgrano, que se encuentra con prisión domiciliaria, está siendo juzgado quien es considerado su "mano derecha", Juan Carlos "Cucho" Bosio, y otras personas, entre las que se encuentra Brian Requena, integrante de una de las facciones de la barra brava de Sportivo Belgrano. La sospecha es que todos los procesados participaban de una red organizada dedicada al comercio de droga y al lavado de dinero.

Los imputados Hugo Alberto ContreraAndres RolonNoemí TordesillaClaudio RolonGustavo Rolon Cesar Nieto son defendidos por Juan Carlos BelagardiBrian RequenaMarcelo ArtazaAlexis Artaza Daiana Artaza son representados por Claudio SuárezJorge García Coupé lo hace en representación de Lucas AlfonsoPablo Esser Juan Carlos Bosio son defendidos por Jorge Sánchez del BiancoMario Ruiz es quien representa a Franco Espina Mirian Lescano; mientras que Marcos Tognón defiende a Vanesa Acosta.

El tribunal es presidido por el juez Jaime Díaz Gavier y los vocales Carolina Prado Julián Falcucci. El fiscal general del caso es Máximiliano Hairabedián.

Audiencias anteriores

Cabe recordar que en la audiencia anterior declararon tres testigos, que fueron propuestos por la defensa de Lucas Alfonso, que es el imputado que está sospechado de transportar la droga que era vendida en San Francisco por otros implicados en la causa.

En primer lugar declaró Ariel Heredia, que dijo conocer a Alfonso de Ibarlucea, Santa Fe, porque el imputado trabajaba para la comuna, específicamente en el cementerio. Además dijo que los padres de Alfonso compraron un camión que tanto el imputado como sus hermanos manejaban para realizar fletes y vender leña.

A su turno declaró Marcelo Girardi, chofer de colectivos de Ibarlucea, que declaró algo similar a Heredia: que con un camión que había comprado su familia, Alfonso tenía un emprendimiento familiar en el que hacía fletes y trasladaba leña, a veces también soja.

Al final dio su testimonio Miguel Ángel Vargas, un mecánico oriundo de Rosario, que dijo haber recibido dicho camión varias veces para repararlo. Además, manifestó que en más de una oportunidad tuvo que asistirlo a Alfonso cuando se quedaba sin combustible ya que este vehículo no contaba con medidor de gasoil. Agregó que con el camión, Alfonso transportaba cereal y leña. También supo arreglarle un Peugeot 207 gris.

La importancia de las testimoniales radica en que a Alfonso se lo acusa de ser el que transportaba la droga que era vendida en San Francisco por otros implicados en la causa.

En tanto, en la segunda audiencia habían declarado los primeros dos testigos: dos efectivos de la Policía Federal que participaron de la investigación.

Mariano Bravo, el primero de ellos, comentó que estuvo a cargo de la investigación sobre Brian Requena a través de cámaras de videovigilancia, seguimientos y escuchas telefónicas. Adeguró que hubo conversaciones de interés para la investigación. De acuerdo a su testimonio, se presumía que hablaba de estupefacientes. La hipótesis era que Requena era un posible proveedor de material estupefaciente ya que a veces dialogaba con André Rolón y le pedía en código material estupefaciente. Afirmó que había indicios de que podía obtener el material estupefaciente desde Rosario. Según Bravo, por las escuchas se sospechaba que Requena juntaba efectivo en pesos para después cambiarlo por dólares, se intuía que con eso abonaba las drogas. Dijo que hablaba con "Cucho" para pedirle dólares.

Asimismo aseguró que con el rastreo satelital de la camioneta, en base a escuchas que presumían que iba a realizar un viaje, lo siguieron por la ruta 19 en sentido hacia Santa Clara de Buena Vista. Y que mientras iba por la ruta 10 se orilló a la banquina, se acercó otro vehículo, él descendió, entró al otro vehículo, que sería un Peugeot 207, salió, subió a su vehículo y volvió en sentido a la Autovía 19.

Por su parte declaró Rodrigo Díaz, otro efectivo de la Policía Federal, se refirió a un allanamiento que llevó adelante en la vivienda de la familia Rolón en septiembre de 2020.  Recordó que encontró estupefacientes en el garaje, bajo la tapa que conecta a la cloaca. En el lugar hallaron pequeños recortes de bolsa de nylon que suelen utilizarse para el fraccionamiento de cocaína y picadura de marihuana, y una masa. Luego probaron que se trataba de la primera droga mencionada.

Qué se investiga

En el juicio se intentará determinar si los procesados participaban de una red organizada dedicada al comercio de droga y al lavado de dinero.

El proceso seguirá el lunes 9 de mayo con los alegatos.

NOTICIA EN DESARROLLO.