Gustavo Panero (52) vive apaciblemente en un pequeño departamento de calle San Juan en barrio Vélez Sarsfield. Hasta 2019 fue el propietario de Aquelarre, bar emblema del under rockero en San Francisco. Hoy pasa sus días a bordo de un remis, alejado de la noche aunque recuerda con nostalgia aquellas veladas llenas de música que, según sostiene, una ordenanza se ocupó de quitarle a las bandas la posibilidad de mostrarse en vivo.