El empresario Félix Ortega, a quien se le secuestró el pasado 29 de agosto poco más de 26 millones de pesos en un control de Policía Vial de Santa Fe en cercanías al acceso a Josefina, sobre autovía 19, explicó a El Periódico que ya cumplió el pasado viernes con la presentación ante la Justicia de toda la documentación que acredita el origen del dinero.

Ortega contó que colaboró en el procedimiento del control policial, donde tras una requisa constataron que llevaba 26.450.000 pesos en el interior del vehículo. Según la versión policial en ese momento, no lo habría podido justificar.

El fiscal de turno ordenó ese día que la carátula en primera instancia sea lavado de activos, mientras abría la investigación de rigor.

En diálogo con El Periódico, el empresario contó que además de presentar la documentación acorde, también pidió la restitución del dinero, el archivo de las actuaciones y en su defecto recaratular de lavado de activos a sobre averiguación del origen de fondos lícitos.

Félix Ortega, empresario de nuestra ciudad.
Félix Ortega, empresario de nuestra ciudad.

“Esta debería haber sido desde el principio la carátula. Ahora, en conversación con el Fiscal actuante va a designar un perito contador de Tribunales para que colabore en explicarle la cuestión técnica de las declaraciones juradas de mi patrimonio y de bienes personales. Luego de ello, no me cabe duda que debería proceder a restituirme el dinero de mi propiedad, injustamente secuestrado y a archivar cualquier causa en mi contra”, señaló.

Después contó que por cuestiones de seguridad y por tratarse de algo privado, prefería ser cauto y preservar los motivos por los que trasladaba el dinero. Aunque destacó: “Nuestra ley no sanciona, persigue, ni castiga a quien decida llevar dinero lícito de su propiedad de un lugar a otro. No es prohibido, ni ilegal. Es un derecho constitucional el de poder realizar con libertad todo aquello que no está prohibido. Por lo que los ciudadanos no debemos rendir cuenta por aquellos actos privados que ejercemos con nuestro patrimonio sin dañar a terceras personas”.

Tras ello, ejemplificó: “Es tan simple como comprender que si una persona que tiene dinero ahorrado en una caja de seguridad un día decide comprarse, por ejemplo, un departamento o una camioneta. Para ello busca el dinero de su caja, se dirige al lugar para hacer la compra y la autoridad policial lo detiene y le pide justificación del origen de ese dinero. Si tiene como justificarlo, solo debería tratarse de un trámite común de comprobación y listo”, cerró.