Hace unos tres años que rige el sistema de estacionamiento medido en San Francisco. Es decir, que si uno estaciona en el perímetro donde se debe pagar por dejar quieto el auto está obligado a enfrentar el “llaverito” (con carga) cara a cara con el parquímetro. Sin embargo, al día de hoy existen conductores que se olvidan de hacerlo. Y eso a la larga se paga. Con menos o con más plata, pero se paga.

El mal estacionamiento es la segunda en el ranking de infracciones de tránsito. De enero a julio de este año suman 4.969 actas que comprenden: estacionar en doble fila, en ochava, frente a una rampa o parada del colectivo o tapar un garaje. En esta cifra están incluidas las multas por no respetar el estacionamiento medido y según afirman desde el Tribunal de Faltas municipal, ostentan el mayor porcentaje. Solo está detrás de la sanción por no usar casco, que en este primer semestre del año suma nada menos que 6.870 actas.

Papel volador

El conductor o conductora que se olvida de acercar el llavero al parquímetro cuando estaciona en la zona que abarca el sistema observará un pequeño papel color blanco, sostenido por el limpia parabrisas, cuando vuelva a retirar el vehículo. Allí le avisan que tiene cinco días para abonar esas horas o minutos de estacionamiento que obvió. Si no lo hace la advertencia se convierte en infracción ya que pasa al Tribunal de Faltas.

Y es aquí donde suelen aparecer las quejas. En las últimas semanas, El Periódico recibió  reclamos de vecinos que aseguran haber recibido una multa por no haber utilizado el “llaverito”. Sin embargo, dicen que nunca vieron el papel del aviso en su vehículo. Además afirman no haber estacionado en el sitio que el papel del acta informa.

“De un día para el otro recibí la multa y cuando fui al Tribunal me encontré con otra multa de unos meses atrás. Nunca vi el papel y estoy segura que no estacioné en el lugar donde me hicieron la primera”, aseguró Laura a este medio. Este es un caso, pero hubo más.

La explicación municipal

El secretario de Gobierno municipal, Gustavo Piscitello, reconoció que muchos infractores sostienen, ya con la multa consumada, que no recibieron el aviso, que se les pudo haber volado el papel o que alguien se los retiró. De todos modos el funcionario defendió el accionar de los controladores: “El controlador lo que hace es constatar si el vehículo que estacionó tiene crédito o no. Si bien algunos tienen el poder de policía municipal, en estos casos no ponen multas sino que dejan el papel para avisar”, dijo.

Piscitello reconoció que el tema del papel suele ser un inconveniente, por este motivo piensa en un cambio y que el papel que se endose dando aviso sea adhesivo. Para ello se pidió presupuesto de lo que costarían los nuevos aparatos.

Por su parte, la jueza de Falta del municipio, Ana Goirán, indicó a este medio que muchos infractores reconocen enseguida la multa que le labraron cuando realizan el descargo.

Costos

Según el Código Municipal de Faltas, no respetar esta norma equivale a 20 unidades de Multa (UM) en la primera oportunidad. La UM se mide por el precio del litro del combustible YPF Infinia (Premium), que en la actualidad es de 21,23 pesos. Las veinte unidades de multa, en este caso, ascienden a $424,6 y las doscientas nada menos que a $4.246.