Este viernes 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Colon, enfermedad que según indican los expertos en salud se puede prevenir y/o tratar si se detecta de manera temprana. Es la enfermedad que padece Nancy Castañares (46), una vecina de Porteña, que a partir de su diagnóstico decidió escribir, primero para sanar y luego para concientizar.

Su historia comienza después de sus 40 años, a partir del suicidio de su hija. Ese trágico suceso que enlutó su vida hizo que comenzara a escribir, pese a no haberlo hecho nunca con anterioridad. Poco después llegó el diagnóstico.

“El 8 de abril de 2022 descubrieron que tengo cáncer de colon. Y ahí empecé de nuevo a escribir. Quería que fuera una salida, que yo pudiera salir adelante después de esta noticia que no es nada fácil para nadie”, reconoció.

Así fue que empezó a escribir, incluso mientras pasaba sus días internada: “En esos tiempos escribía ya en el hospital en la madrugada, escribí el día a día de mi vida en el hospital, después de salir del hospital, cada día de mis quimios”.

Enfermaron de cáncer y decidieron escribir para sanar

Todos esos testimonios fueron plasmados en su primer libro llamado "Después de mis 40". “Empecé a escribir, no sé si por un milagro de Dios o no, pero no puedo dejar de escribir. En el libro agradezco a todas las personas que estuvieron y que están. Después presento a mi familia y ya hablo un poco de Dios”, contó.

Nuevo libro

A ese texto le siguió un nuevo material que se presentará el próximo 21 de abril: se llama “Por mí, por vos, para todos”. “En este libro ya informo lo que es el cáncer de colon, doy información. Hablo de mi niñez y también un poco de Dios, que se está haciendo presente”, sostuvo. En el mismo, también, homenajea a dos personas: una de ellas, una mujer que falleció por la enfermedad; la otra, su mamá.

Respecto a que la llevó a escribir sobre la enfermedad, apuntó: “Falta divulgación; de otras enfermedades como el cáncer de mama se habla en todos lados. El cáncer de colon lleva muchos años en aparecer, empieza con pólipos que aparecen y que te dan tiempo para curarlos antes de que se conviertan en cáncer. Pero por ahí hay gente que no lo sabe”.

La escritora contó, respecto al objetivo que persigue con sus libros, que a medida que escribía el primero recibió la sensación de querer que la gente lo vea, de ahí su publicación: “A veces porque a uno no le pasa, gracias a Dios, no tiene idea lo que es vivir con cáncer, cualquier tipo de cáncer es muy difícil”.

La presentación será el viernes 21 de abril a las 21 en el Club de Abuelos de Porteña. Tras la presentación, hablarán integrantes de Porteña Lucha Contra el Cáncer (POLCEC), quienes se referirán a la enfermedad y al apoyo brindado a sus pacientes. La entrada cuesta 500 pesos y comprenderá un copetín. A posterior, quien desee y reserve, podrá participar de una cena y baile. La entrada costará 3.500 pesos. Durante la velada estarán a la venta ambos libros.

“A este evento lo estoy haciendo para juntar un poco de dinero para poder publicarlo con una editorial. Me gustaría que lo lleven a las ferias del libro de Córdoba y Buenos Aires, a donde una no llega”, se ilusionó.

Su estado de salud

En la actualidad, Nancy transita por sesiones de quimioterapias: “Hasta ahora estoy bien, el domingo estuve internada unas horas, pero bien. Por ahí el cuerpo no soporta tantas quimioterapias, pero me estoy haciendo una cada 21 días”.

“Ahora estoy en reposo pero llevo una vida normal, no como la que tenía, pero puedo hacer las cosas cotidianas de mi casa. Mi marido me ayudó a poner un kiosco para que me distraiga, eso también me ayuda. Y escribir me ayudó un montón, además estoy muy metida en la Iglesia”, cerró.

“Se llama cáncer”

Días atrás se presentó el libro “Se llama cáncer” en el Centro Cultural San Francisco, un texto escrito por María Rosa Terraf, una vencedora del cáncer de mama.

Enfermaron de cáncer y decidieron escribir para sanar

Ante una masiva presencia de público, la autora recibió de parte de las autoridades municipales y provinciales el reconocimiento de interés público extendido por la Legislatura de la Provincia de Córdoba y el beneplácito del Honorable Concejo Deliberante de San Francisco.

Su historia es distinta a la de Nancy respecto a la escritura pero similar respecto al camino que tuvo que recorrer ante su problema de salud. Rosa fue diagnosticada con cáncer en julio de 2010 y desde allí arrancó un extenso proceso de aceptación y tratamientos. Y en ese periplo llegó el libro.

“Lo que cuento es como lo he tomado, como me fui haciendo de una armadura como quien dice para poder sobrellevarlo. A mí lo que me introdujo a escribir creo que fue lo que a mí me asombraba de cómo yo lo había tomado, el hecho de no haberme dado la cabeza contra la pared, el hecho de no haber hecho la consabida pregunta ‘por qué a mí’ sino todo lo contrario, ‘por qué no a mí’. Eso me dio fuerzas para para cambiar conductas, para rever la situación, para estudiar cómo iba a sobrellevarlo”, contó.

En su caso, la movilizó el deseo de que sus hijos no tuvieran que preocuparse: “Lo que yo hacía tenía que ver con mis hijos. Tengo dos varones y, si bien ya eran grandes, a mí me espantaba la idea de que ellos pensaran en la muerte. Entonces yo sola me dije que no podía permitir que en mi casa se respire cáncer. Y a partir de ahí fui cambiando conductas y adoptando conductas nuevas”.

Enfermaron de cáncer y decidieron escribir para sanar

Alejada de los medios de comunicación, en los que trabajó por varios años, sabía que tenía que hacer otra cosa para mantener la cabeza ocupada. “Hice lo que nunca se me hubiese ocurrido hacer, me dediqué a hacer manualidades, muñecas soft, carteras, tejer y vender todo lo que yo iba haciendo. Por supuesto que me lo compraba la familia, mis amigas, las amigas de mis amigas. Con eso yo fui pagando parte del tratamiento. Y siempre ponerme un objetivo. Cumplir ese objetivo y pensar en otro, y así estar siempre con la mente ocupada y cumplir con todo lo que el médico me decía”, expresó.

El libro

El libro llegó en ese proceso. Si bien ella siempre escribió desde muy pequeña -incluso supo participar de varios concursos literarios-, tuvo un impasse algunos años, pero retomó con la enfermedad.

“Quería ir a un taller literario, aunque nunca me costó escribir. Mientras yo estaba haciendo el tratamiento se me ocurrió hacerlo y dije ‘por qué no’. Y así fue cuando se lo comenté a mi médico personal. Como él sabía que lo estaba haciendo rayos y escribía, me dijo que era la persona indicada porque me sabía expresar, porque me gustaba escribir, podía servirle a otras personas. Amigas y compañeras me alentaron también”, recordó.

Enfermaron de cáncer y decidieron escribir para sanar

Seguidamente, agregó: “Cuando pensé en escribir me pregunté por qué quería hacerlo y la respuesta fue una sola: ayudar a mujeres que pasan o pasarán por la misma situación”.

Para Semana Santa, Rosa adelantó que participará, invitada por la editorial, de la Feria del Libro de La Granja. Y ya la contactaron para dar charlas sobre el tema.

Respecto al título del libro, aseveró: “Una de las cuestiones que yo me planteé, aparte de relatar mi experiencia como paciente oncológica, fue la necesidad de hablar sin prejuicios de una enfermedad que genera mucha incertidumbre y que se asocia a la muerte”.

Y sumó: “Pese a los adelantos científicos y los nuevos tratamientos que aumentan la esperanza de vida, todavía la frase es muy demoledora. Decir cáncer es decir muerte. Y eso se los he planteado inclusive a los médicos. Hasta ellos no dicen cáncer, dicen tumor maligno, melanoma, cuesta decir cáncer, entonces me propuse que cada vez que pusiera cáncer en el libro lo iba a escribir con mayúscula, porque es una enfermedad que tiene nombre, que tiene identidad”.