El Refugio nocturno, ubicado en Dante Alighieri y Avellaneda celebra dos años de existencia en San Francisco. Esta iniciativa fue gestionada por la Municipalidad de San Francisco junto al Consejo Interreligioso Social y ofrece apoyo y contención a aquellos que se encuentran en situación de calle.

Este dispositivo, tiene la capacidad de albergar a 16 personas por noche, proporcionándoles un entorno seguro y acogedor. Desde las 20 horas, sus puertas están abiertas para recibir a quienes necesitan resguardo, extendiéndose su estadía hasta las 8 horas del día siguiente. 

Durante su estancia, los huéspedes disponen de una cama equipada con ropa de cama, acceso a instalaciones sanitarias para aseo personal, así como servicios de cena y desayuno.

A dos años de la puesta en marcha, el intendente Damián Bernarte dijo sentirse “orgulloso de que esto haya sido parte de un proceso, de una visión de ciudad".  

"Esto forma parte de una concatenación de hechos, no es producto de un juego azaroso, como siempre digo, los municipios dejaron de ser aquellos organismos públicos que se encargaban del alumbrado, barrido y limpieza en el territorio de sus comunidades, sino que hoy con la evolución del municipalismo, los gobiernos locales se ocupan del desarrollo integral del ser humano”, añadió.

En ese sentido, señaló que se trata de una decisión de gobierno acertada y lo comparó con otros avances en obras que se han dado en el mismo tiempo como el avance de la pavimentación de calles en todos los barrios, la obra de cloacas realizada de forma simultánea en 5 barrios. 

"Tenemos una ciudad que tiene el 100% de agua potable, más del 90% con el servicio de gas natural, más del 90% tiene cloacas, podemos decir muchas cosas que tienen que ver con cuestiones del progreso de la ciudad, con lo estructural, pero esta es una de las decisiones más importantes que hemos tomado en los últimos dos años, porque es significativa desde lo humano”, expresó el mandatario. 

Equipo y desafíos

El lugar es atendido por personal municipal que garantiza una atención continua y un entorno seguro para todos los residentes temporales.
Entre ellos, se encuentran Betiana Sandez y Darío Ledesma, que están desde el primer día en el lugar.

“La experiencia en si es toda significativa, porque uno se encuentra con una multiplicidad de historias, de trayectorias vitales que haciendo un registro de todo eso uno comprende lo largo y complejo de esta problemática y lo importante que es ye exista un dispositivo de estas características funcionando en la ciudad”, remarcó Betiana.

En cuanto a su función en el lugar, Sandez aseveró: “Este trabajo a nivel personal es un desafío, algo que hablamos con los compañeros y compañeras de trabajo, porque demanda a nivel emocional, físico y espiritual también porque demanda una predisposición muy grande y más allá del gran trabajo que significa, es muy gratificante”.

Ledesma recordó sus inicios: “La iniciativa me interesó desde el primer momento, un poco porque yo también estuve en situación de calle mucho tiempo, y hoy soy padre de familia, tengo 60 años. La realidad es un aprendizaje día a día con los chicos porque me han enseñado mucho. Hoy somos una gran familia, hemos logrado compartir momentos increíbles y la verdad que éste es uno de los mejores trabajos que he tenido en mi vida, es un satisfacción grandísima”.

Aquí también trabaja Luis Isleño, policía retirado y seguridad del Refugio comentó: “Buscaban personal con experiencia y yo además de ser policía retirado, soy Técnico en Prevención de Adicciones. El refugio es un espacio en donde la gente en situación de calle tiene la posibilidad de alimentarse, asearse, mirar televisión y dormir en un lugar que está en muy buenas condiciones, en donde además encuentran contención y apoyo ”.

Manos solidarias

El Refugio Nocturno no solo ofrece refugio físico, sino también un lugar donde las personas pueden encontrar apoyo emocional y comunitario en momentos difíciles. Este centro es testimonio del compromiso de la comunidad y las autoridades locales para abordar las necesidades de los más vulnerables, promoviendo la inclusión social y la solidaridad en nuestra ciudad.

Verónica, voluntaria del lugar está encargada de acompañar, ayudar y brindar contención a los residentes.

“El Refugio Nocturno es más que un lugar físico; representa una política de estado vital para la ciudad, una iniciativa necesaria para evitar que las personas duerman en las calles. Este espacio es una oportunidad para hacer el bien y contribuir al bienestar común, una acción que considera esencial en la construcción de una sociedad más justa y solidaria”, finalizó Verónica.

Acompañamiento 

Desde su creación, el Refugio se convirtió en el espacio para la contención y cobijo de muchas personas en situación de calle, quienes sus vidas son atravesadas por diversas dificultades, adicciones, pero que esa soledad encontraron una mano amiga en dónde sostenerse.

Tal es caso de dos de las personas que hicieron de este refugio su hogar, hoy sus vidas han cambiado radicalmente. Fueron ingresados a dos instituciones de asilo en donde reciben asistencia médica permanente, mejoraron su salud notablemente e inclusive se recuperan de adicciones.

Otros, con ayuda y voluntad pudieron ir superándose, establecerse en un trabajo y lograr mantenerse por sí solos. 

"En barrio La Florida, me encontré con un chico que estaba cartoneando  y que había formado parte de la comunidad que asiste al Refugio, y quien gracias al acompañamiento había logrado estar muchísimo mejor de su problemática de adicciones. Le permitió enfocarse en esta actividad de recolección, volver con su pareja y ahora poder alquilar una casa, y no requerir más del refugio, lo que nos muestra que fue un dispositivo que le ayudó para ir organizando su vida”, comentó el intendente.

“Todos merecemos una vida digna, un lugar donde dormir, un plato de comida caliente, cuestiones que muchos damos por sentado, que naturalizamos, pero que la realidad nos muestra que el poder extender una mano y contribuir a una mejor calidad de vida, es parte del rol del Estado”, concluyó.