“Para mí era un sueño de pibe hacer que la entrada al barrio donde nací y me crié fuera agradable y no la imagen de los yuyos y la vía abandonada”, confió Ariel Muratore, integrante del proyecto Arquitectos Sociales, que el último fin de semana inauguró el “Alas Memorial”, un espacio ubicado entre J.J. Paso esquina San Juan, para honrar a quienes lucharon contra la pandemia de Covid-19, como también para recordar a las víctimas de esta enfermedad.

Se trata de un lugar reacondicionado para que los vecinos puedan “apropiarse” y disfrutarlo a la futura sombra de los árboles que fueron plantados y los bancos que se colocarán.

El “Alas Memorial” no es el único espacio que la familia Muratore, a través de su proyecto, logró parquizar en el sector. Se trata de una labor que vienen llevado adelante hace muchos años, con la colaboración de decenas de vecinos.

“La idea de Arquitectos Sociales no es intervenir para apropiarse de un lugar sino para hacer público un espacio que hasta hace poco estaba abandonado o funcionaba como un basural. Nuestra idea siempre fue la de embellecer lo más y mejor que podamos para que lo utilice la gente”, aseguró Ariel.

Espacios recuperados

Allá por 2013, los Arquitectos Sociales inauguraron su primera placita, a la que se conoce por el nombre del proyecto, ubicada en la esquina de J.J. Paso y Perú, donde se erigen importantes estructuras como un Atlas -símbolo de los premios que otorgaba anualmente el ciclo televisivo- y dos muros, que forman una especie de libro que llevan las imágenes de Juan Pablo II y el Papa Francisco.

Tres años después comenzaron las tareas para crear la Plaza y Memorial del Bicentenario, que se extiende sobre un costado de las vías, sobre bulevar Roca, entre Juan José Paso y Perú. Fue creada para honrar los 200 años de independencia en memoria a los héroes de la Patria, aunque recién pudo ser inaugurada en 2019.

El proyecto de una familia que ayudó a recuperar espacios públicos abandonados

Más cercano a Garibaldi, allí también se encuentra el Memorial a Chocolate, la escultura donde reposan las cenizas del cachorrito de nuestra ciudad que se convirtió en un símbolo contra el maltrato animal en todo el país.

Por último, el domingo 15, quedó habilitado el “Alas Memorial”, gracias a una importante donación y colaboración de la firma Akron. De todos modos, según Muratore, aún restan algunos detalles para culminar en dicha esquina.

“Todavía no tenemos agua ni luz en la placita, pero ahora que se retomaron las actividades municipales esperemos que nos instalen. Queremos colocar un bebedero y canillas para regar las plantas, como así también bancos. Vamos a completar la forestación con una barrera de arbolado, pero lo vamos a ir haciendo de a poco por el costo que tiene”, se sinceró Muratore.

“Me siento en paz”

El acto de inauguración contó con la presencia de, al menos, 400 personas, que llegaron desde distintos puntos de la zona también, en una emotiva presentación para rendir homenaje a las víctimas de Covid-19, pero también a las personas esenciales que ayudaron a combatirlo.

“Fue el primer monumento realizado en homenaje a toda la gente voluntaria y esenciales que trabajaron durante la pandemia de coronavirus así como también en memoria de aquellos que fallecieron", subrayó Muratore.

Y con respecto a la devolución que recibió de parte de la gente, resaltó: "Ha sido una maravillosa experiencia, muchas personas dejaron su marca a través de una soldadura en la estructura de las alas y hubo otras que se acercaron al acto y muy emocionadas nos agradecieron. Eso no tiene precio".

Luego, al referirse a los espacios que el proyecto pudo reacondicionar, sostuvo: “Es una sensación linda, de mucha paz, de sentirme en paz conmigo mismo y de poder hacer esto con la familia. Nací en el barrio y siempre les cuento a mis pibes y a mis sobrinos que de la vía para acá era un mundo y hacia el otro lado era otro. Era el lugar donde jugábamos pero a la vez había yuyos, basura, cosas abandonadas. Para mí era un sueño hacer que la entrada al barrio fuera agradable. Ahora cuando uno mira desde el Alamas Memorial y se ven como tres cuadras de parquizado se da cuenta de lo que hemos logrado y de verdad queda más agradable”.

Algunas críticas

Las obras de la familia Muratore no han estado exentas de críticas, desde aquellos que manifestaban que lo hacían por fines políticos hasta otros como la entidad Pro Riel, que solicitaba que no se intervengan las vías del ex ferrocarril Mitre.

En este sentido, y sin intención de entrar en polémica, Muratore dijo: “No hay ninguna intencionalidad política y todo lo que se hizo fue en familia y con dinero propio. Solo con la ayuda de una pequeña comisión de ‘Amigos de Arquitectos Sociales’ que siempre colabora”. 

Sobre los manifestado por Pro Riel, expresó: “Comparto plenamente su lucha en el noble ejercicio de defender el patrimonio ferroviario. Pero me gustaría explicar que este monumento está diseñado de tal manera que se pueda levantar y sacar del lugar. La idea de Arquitectos Sociales no es intervenir para apropiarse de un lugar sino para hacer público un espacio que hasta hace pocos días funcionaba como basural, la idea es que lo utilice la gente”.