El lado lamentable de la humanidad

América 1492. El clima era armónico, la libertad había sido clave para los habitantes de América precolombina, no existía el temor y glorificaban sus creencias, cultura y religión. Todo era puro y propio hasta que, a lo lejos, un día de octubre, observaron enormes navíos acercándose. De los mismos desembarcaron voluptuosas personas de extraños rostros y grandes armaduras acompañados por enormes animales; para ellos, el creador de todas las cosas, Viracocha.

El objetivo de Cristóbal Colón era encontrar un nuevo camino para comerciar en las Indias, pero por equivocación llegó a otro destino muy diferente.

Halló un paisaje verde, natural y puro, compuesto por una gran variedad de árboles y animales salvajes. Pero lo que más impresionó al Almirante y a sus hombres fue el encuentro con unas extrañas personas muy diferentes a ellos. Al observarlos, vieron que traían glamurosas joyas de oro que luego canjearon por vidrio, bonetes colorados y otras cosas de poco valor.

“Ellos deben ser buenos servidores y de buen genio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía, y creo que ligeramente se harían cristianos”, afirmaba Colón. Y, sin importarle la cultura aborigen, comenzó la conquista de América. Siempre hubo visiones enfrentadas sobre la misma. Algunas a favor de lo ocurrido, como la leyenda dorada iniciada por Juan Ginés Sepúlveda (quien opinaba que la conquista aportó la civilización y el cristianismo) y visiones en contra, como la leyenda negra creada por Fray Bartolomé de las Casas (quien opinaba que la misma fue un acto vandálico y sanguinario). 

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Nuestra opinión es que la conquista de América fue uno de los hechos más lamentables de la historia de la humanidad, ya que si bien es cierto que permitió potenciar el desarrollo comercial y manufacturero europeo, abrir las compuertas de la revolución industrial y permitir el desarrollo capitalista; no es menos cierto que hubo enfrentamientos sangrientos, enfermedades infectocontagiosas traídas por los europeos a América, la destrucción de toda una cultura nativa; el sometimiento a una potencia extranjera y la esclavitud de miles de indígenas, tal como afirma el Dr. Javier Comellys. Estos hechos se asemejan al holocausto judío ocurrido en la segunda guerra mundial, pero con más de 60 millones de indígenas muertos.

  Como dice un poema anónimo azteca, por la conquista “destechadas están las casas, enrojecidos sus muros”. Con dolor encontraban cabellos y cabezas esparcidos y con horror bebían el agua roja a causa de la sangre. El llanto y los gritos de los indígenas fueron en vano, ya no quedaba nada, todo había desaparecido. Según Eduardo Galeano “Peores consecuencias que la sangre y el fuego de la guerra tuvo la implantación de la economía minera. Esta exigía grandes desplazamientos de población y desarticulaban las unidades agrícolas comunitarias”. Si bien no todo fue un horror, ya que los españoles unieron a muchos pueblos por medio de leyes e instituciones jurídicas y políticas, como afirma el escritor Octavio Paz; los conquistadores les arrebataron su cultura y sus creencias.

  Por todo esto es que ratificamos nuestra opinión de que los españoles lograron quitarnos a la fuerza lo que antiguamente fueron nuestras tierras gracias a la mayoría y superioridad de armamentos. Hoy en día es importante la gran cantidad de personas con ascendencia española que habitamos estas tierras, pero como americanos jamás olvidaremos y siempre recordaremos con tristeza este hecho conmovedor.   

Por Agostina Fernández (DNI: 42892052) y Atina Montoya (DNI: 42892023)