Un conflicto entre clínicas, sanatorios y laboratorios privados con las obras sociales y prepagas mantiene en vilo a la población por estos días, ya que en muchos casos los pacientes que deben realizarse una práctica médica o un análisis bioquímico debe pagar un coseguro –un monto adicional al ya establecido- para poder hacerlo.

El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba emitió miércoles un duro comunicado solicitando a esas financiadoras que acorten los plazos de pago, para evitar así el quiebre de las instituciones.

Una de las medidas de fuerza que llevan adelante a nivel provincial es el cobro de “coseguros” (copago) a los afiliados. Los montos varían de acuerdo con la complejidad de la prestación y arrancan en los $3.000 por una consulta por guardia.

En San Francisco, ya hay médicos que piden por su cuenta este pago adicional aunque todavía no está regulado institucionalmente, lo que es materia de análisis.

El presidente de la Federación Médica de Córdoba y vicepresidente de la Confederación Médica Argentina, Daniel Martelli: “De esto hace mucho que se habla, de la crisis del sector salud, el cierre de clínicas y es como que a nadie le importa. Los médicos están absolutamente insatisfechos, cobran bajos aranceles y 90 o 120 días después de haber brindado la atención, sin ningún tipo de actualización en plena inflación”, indicó.

El médico sostuvo que el costo de los insumos se triplicó de un mes a otro, lo que les genera un gasto grande a las entidades de salud: “Una compra de suero que nosotros mensualmente gastábamos 600 mil pesos, en agosto fue de dos millones. Otros te mandan el insumo sin precio y te dicen ‘cuando haya que pagar te digo cuánto vale porque ahora no tengo lista de precios’. La situación es absolutamente incierta”.

En análisis institucional

Hay varios médicos en San Francisco que ya optaron por cobrarles a sus pacientes lo que ellos denominan “coseguro”, aunque a nivel institucional las clínicas y sanatorios privados esperarán unos días más a las prepagas y obras sociales para regularizar la situación.

“Institucionalmente preferimos insistir por la vía formal. Le hemos mandado a todos los financiadores un pedido de recomposición de aranceles para evitar los cobros. Hasta ahora hemos tenido muy pocas respuestas, la mayoría son negativas, o sea que el panorama no pinta bien. A los que responden que no pueden pagar les decimos que para atender a sus afiliados les vamos a tener que cobrar”, contó Martelli.

Las notas fueron enviadas días atrás y en los próximos días podría tomarse una decisión. En el caso de que no haya acuerdo, el paciente tendrá que pagar un monto definido por las clínicas para asegurar su atención, aunque cada centro de salud tendrá la posibilidad de aplicar o no el monto adicional.

Actualmente una consulta promedio se cobra entre 2 mil y 3 mil pesos; una atención por guardia rondaría los 3.500 pesos, la realización de una tomografía computada requeriría el abono de 7.000 pesos y el cobro de un extra de 8.000 pesos por día para internaciones.

“Esto es una situación absolutamente incómoda para nosotros porque enfrenta a los médicos con los pacientes. Como paciente pensás ‘yo pago tanto de obra social y me descuentan y encima me cobran’. Pero no somos los responsables de la situación”, manifestó Martelli.

Los bioquímicos y odontólogos también

El presidente del Centro de Bioquímicos de San Francisco, Dante Otero, en diálogo con El Periódico explicó que la situación es muy complicada, en especial por los precios abiertos de los reactivos que ellos cobran recién de obras sociales y prepagas a los 90 días. Es por ello que apelan también al copago.

Los reactivos para análisis triplicaron su costo.
Los reactivos para análisis triplicaron su costo.

“Llegó ese momento donde iba a pasar esto, con esta devaluación grande y los aumentos de agosto y septiembre de los reactivos que encima cobramos a los 60 y 80 días. Una vez que no tengo más reactivos hay que reponerlos del bolsillo”, explicó.

Otero remarcó que las grandes instituciones “pueden tirar un poco más por la cantidad de pacientes, pero en los laboratorios más chicos, de barrio, no está esa posibilidad”.

Luego comentó que los bioquímicos enviaron notas a todas las obras sociales tratando de ver si se pueden acortar los plazos y que aumenten un poco los montos: “Tenemos 60 obras sociales y de este número cuatro o cinco pueden hacerlo pero la mayoría se acoge a lo que establece el gobierno (Superintendencia de Seguros de Salud)”. A estas últimas son a las que se le cobra.

Por otra parte, el Círculo Odontológico de San Francisco confirmó el cobro adicional que es diferenciado de acuerdo a las prestaciones que deban realizar. Este costo podría variar entre los 1.000 pesos como mínimo para la atención de una simple consulta y elevarse hasta los 10.000 en el caso de tener que atender una práctica más compleja como una extracción de una muela de juicio, por ejemplo.

“Nosotros enviamos una propuesta arancelaria a las obras sociales, quienes no pueden llegar a esa propuesta le indicamos a nuestros prestadores que pueden cobrar la diferencia. Depende de cada obra social, a las que llegan a esa propuesta no se les debería cobrar nada”, dijo a El Periódico el presidente del Círculo, Alejandro Gay y justificó: “No podemos salir a financiar algo que aumenta cada día, los insumos nuestros están dolarizados, no hay escasez pero vuelan los precios”.

Como los bioquímicos, los odontólogos empezaron a solicitar un arancel a los pacientes para solventar la diferencia de costos entre lo que perciben de las obras sociales y el monto que les representa comprar los insumos para realizar su tarea.

“Aconsejo al afiliado (paciente) que pregunte antes de hacerse atender para saber si debe pagar. De igual manera pido a los odontólogos que avisen como hacen las clínicas. Algunos colegas no lo cobran, están aguantando y otros hace rato que lo cobran”, explicó.

Por último, Gay reconoció que vienen negociando los convenios con las obras sociales y prepagas y aclaró que existen aumentos mensuales, pero acordes a lo que autoriza la Superintendencia de Seguros de Salud. “Son del 5 y 8 por ciento mensual cuando nosotros tenemos que enfrentar un aumento del 30 por ciento en el precio de los insumos”.