La controversia por quien trae a San Francisco los programas del Gobierno nacional se disparó hacia lugares equivocados. Es decir, no es muy convincente la hipótesis de que un padre de familia, con al menos tres hijos y que apenas puede llegar a fin de mes con su sueldo, no compre un bolsón de diez kilos de verdura a tan solo 30 pesos porque hay una bandera de La Campora flameando en el lugar. Sería un pecado no aprovechar este beneficio por meras cuestiones ideológicas.

Este tipo de programas denominados “para todos”, que proponen frutas, verduras, carnes, pescados y lácteos llegaron a nuestra ciudad un poco tarde si se tiene en cuenta cuando fueron lanzados. Pero lo importante es que llegaron y es digno de destacar a quienes hacen este tipo de gestiones. Sea la Federación de Centros Vecinales, la Municipalidad o alguna agrupación política.

Solo basta ver la cantidad de gente que se llega a comprar lo que la Nación oferta a través de sus mensajeros. En el último “Verduras para todos” organizado por la Jauretche San Francisco volaron 250 bolsones en una hora. “Nos quedamos cortos”, dijeron desde la agrupación.

En épocas de inflación el bolsillo aprieta y para algunos bastante. Por eso las banderías políticas se deben dejar al costado. En estos casos vendría bien un “Conciencia para todos”.