Una escultura de Mafalda embellece el barrio 9 de Septiembre
La obra fue hecha y donada por el artista Gonzalo Acosta, hijo del reconocido vecinalista Héctor Acosta, para cumplir un viejo anhelo de su padre. Hacer la escultura, que pesa 200 kilos, llevó un un mes y medio y ya está lista para disfrutar.
Desde este jueves, la plaza del barrio 9 de septiembre luce una nueva escultura: la de Mafalda, el personaje de cómic creado por Quino. La obra fue hecha y donada por el artista Gonzalo Acosta, hijo del reconocido vecinalista Héctor Acosta, para cumplir un viejo anhelo de su padre.
En diálogo con El Periódico, el artista radicado hoy en Carlos Paz contó cómo surgió la iniciativa: “Mi padre tiene ya una trayectoria de cuarenta años en el barrio y la plaza es como el centro, el corazón del barrio, siempre tiene lo mejor y se le trata de dar cada día más. Y desde que aparecieron estas esculturas en distintos lugares siempre quiso una, pero al centro vecinal se le hacía difícil afrontar los costos”.
Acosta, que es autodidacta, lo que más disfruta es trabajar con sus manos: “Se la había prometido para sus ochenta años, para el barrio y para la comunidad. Así que acomodé mis cosas y me vine. Llevo un mes y medio de organización".
En el proceso, los vecinos hicieron sus aportes, sólo se compró el cemento.
El proceso
El proceso comprendió la realización del esqueleto de hierro, que se montó sobre una base. Se empezó desde los pies hacia arriba. Para poder hacer la escultura, se hizo un encofrado y de a poco se fue construyendo.
“El clima no ayudaba mucho porque hacía mucho calor y había mucha humedad, entonces había que esperar hasta la tardecita, noche, porque lleva todo un proceso de capas y capas de cemento, tenés que dejar que fragüe, llevó su tiempo", agregó el artista, que comentó que terminar la escultura llevó un mes y medio.
La figura se basó en una similar del escultor argentino Pablo Irrgang, que lleva ocho realizadas, cuatro que se encuentran en el país y las restantes en el exterior. “Pero tiene mi impronta, no es exactamente igual a la de él. Yo le modifiqué un poco la expresión de la cara y le agrandé la cabeza”, aclaró.
La obra pesa 200 kilos y necesitaron de seis personas para transportarla. Se montó en la plaza, donde se la amuró, y ya está lista para disfrutar.
Sobre el final, Acosta brindó unas palabras hacia su padre: “Él fue el motivo de que Mafalda exista hoy, porque él la quería y él siempre por el barrio hace todo lo que puede. Quería hace ya rato embellecerlo con un personaje”.
La obra se inauguró el jueves por la mañana con la presencia de algunas autoridades municipales, vecinos, colaboradores y público en general. En ese marco se entregaron unos llaveritos de Mafalda.