Quién no se imaginó alguna vez participar de un juicio como abogado, fiscal o juez y tratar de determinar la responsabilidad o esclarecer un caso tal como sucede en películas y series. Esta es la posibilidad que el sistema judicial argentino otorga a los jurados populares en juicios de gravedad e interés para el público con el fin de que representen al pueblo.

Son los jurados populares los que deciden junto a los magistrados sobre la culpabilidad o la inocencia del imputado. Este sistema de juzgamiento dispone la participación mayoritaria de ciudadanos legos en tribunales penales ha constituido una eficaz alternativa para democratizar la Justicia.

“La experiencia fue realmente increíble. Sentí la sensación de estar dentro de una película en donde la trama fuese esa: un juicio, sentado al frente a testigos, frente al acusado, al abogado defensor, al público y  detrás de mí, el tribunal”, destacó Carlos Viganó, quien fue uno de los 8 jurados titulares que debió votar por la resolución del juicio por el crimen Daniel Casermeiro el pasado mes.

En este marco, pese a la gran vivencia atravesada, indicó que no le parece bien que las personas comunes y corrientes puedan decidir sobre la libertad o no de una persona. “Ignoramos en muchos, para no decir todos, los puntos de análisis para tal decisión. Para eso están quienes estudian, no veo el por qué ´gente popular´ como nos llaman, tengamos que exponernos ante tales casos”, indicó a El Periódico.

-¿Cómo llegó la posibilidad de ser jurado?

Llegó la posibilidad de ser Jurado popular mediante una citación que llegó a mi domicilio. La verdad no sabía qué hacer porque es la primera vez que me tocaba. Una incertidumbre bárbara y diciendo no yo no me presento voy a hacer todo lo posible para no presentarme por mi trabajo, por el riesgo que uno podía llegar a correr sin saber y después averiguando con abogados me dijeron: es una obligación civil tener que estar.

-¿Cuál es la función que cumpliste?

La función que cumplí fue de jurado popular, éramos cuatro hombres, cuatro mujeres y cuatro jurados suplentes por si alguno faltara el día del juicio.

-¿Qué podés contar de la experiencia?

La experiencia fue realmente increíble, porque en principio pensaba que sería de una manera y la verdad resultó ser de otra.  Sentí la sensación de estar dentro de una película en donde la trama fuese esa: un juicio, sentado al frente de testigos, frente al acusado, al abogado defensor, al público y detrás de mí, el tribunal.

Fue como estar en un sueño, costó creer que yo estaba ahí, presenciando y actuando de jurado ante tal caso de gran magnitud. Fue realmente una experiencia única, porque todo lo que uno escucha y ve en esos 4 días de juicio, lo debíamos analizar, todo lo que se habló, lo que se presentó, las pruebas, fotos, videos, para luego desde nuestro escaso entendimiento, votar para decidir si el acusado es culpable o inocente.

-¿Fueron capacitados antes?

No fuimos capacitados con anterioridad, solamente tuvimos una charla con un abogado que nos explicó cómo iba a ser el procedimiento y él nos dijo que era un poco de sentido común al momento de votar el último día de los alegatos.

-¿Qué opinás de esa posibilidad de que las personas comunes decidan en la Justicia?

No me parece bien que las personas comunes y corrientes puedan decidir sobre la libertad o no de una persona, ya que ignoramos muchos, para no decir todos, los puntos de análisis para tal decisión. Para eso están quienes estudian, no veo el porque "gente popular" como nos llaman, tengamos que exponernos ante tales casos.

Caso Casermeiro: la experiencia de un jurado que votó por la libertad de Gette

La votación

Esta semana el tribunal que condenó a Gerardo Gette (60) a prisión perpetua por el asesinato del médico Daniel Casermeiro (62) ocurrido en diciembre de 2019, dio a conocer los fundamentos del fallo en los que consideró probado el hecho y la participación responsable del imputado.

Hasta el momento se conocía el resultado de la votación que indicaba siete votos a favor de la prisión perpetua y tres de la absolución.

Según el texto al que accedió El Periódico, los jueces técnicos Alejandro Acuña y María Teresa Garay –el presidente, en este caso Guillermo Rabino, solo hubiese actuado en caso de empate- consideraron al igual que cinco de los ocho jurados populares titulares que participaron del juicio que Gette fue el autor material del crimen.

De esta manera, la responsabilidad en el hecho y la correspondiente condena sumó siete votos a favor, mientras que tres –correspondientes a jurados populares- fueron en línea con el pedido de absolución que hizo Héctor Flores, abogado del imputado, en la última audiencia.

Uno de los jurados que votó por la absolución fue Carlos Viganó, quien explicó que votó por la libertad de Gette ya que a su entender había varios puntos no cerraron.

“Voté por la absolución ya que, hay para mí, varios puntos que no me cerraron. Si bien se puede pensar que pudo o no ser participe, no me convencen, hay baches oscuros o dudosos. No lograron en mí un 100% de convicción de la culpabilidad. Entonces de usar un poco el sentido común, no me sentí preparado ni acorde a una declaración que lo culpe”, reconoció.

¿Cómo fueron esos días donde salías de Tribunales y no podías contar nada a nadie?

Respecto a no poder hablar, no me sentí incómodo ni presionado por nadie con preguntas o curiosidades, ya que quizás supieron respetar el voto de silencio del mientras tanto.  Tampoco sentí nunca la necesidad de contarlo mientras duraba el juicio, ya que consideré siempre que fue un tema delicado. No sentí que tuviera que opinar ni hablar sin haber transcurrido todo.

-¿Te pagaron para ser jurado?

Sí, nos pagaron a todos, pero me pareció muy poco redituable por dos motivos: uno, la responsabilidad a la cual nos exponen y otro la cantidad de horas presenciales.

-¿Volverías hacerlo?

En este caso como en la mayoría, creo,  por ser  a través de un sorteo que hacen año a año, no es decisión propia, ya que el mismo se realiza con los padrones que están para  las votaciones, así que, la verdad, sí me tocaría de vuelta y  sin sorteo, por así decirlo, no lo haría, pero de ser como este caso, tenés que estar porque es una obligación civil.