Con más de 50 años en San Francisco, Cáritas Diocesana cumple una tarea muy importante en asistencia a las comunidades más vulnerables y en la ayuda social con alimentos, ropa o útiles a personas que lo necesitan; además de numerosos emprendimientos laborales y educativos que son el sostén para muchas familias.

Y actualmente la entidad se encuentra convocando voluntarios también para uno de sus proyectos más recientes, que tiene que ver con la tutoría y enseñanza personalizada para aprender a leer y escribir a niños y niñas; aunque existe la posibilidad de ampliarlo a adultos.

El programa lleva por nombre Derecho a aprender a leer y escribir, que se lleva a cabo en salones parroquiales y con una dedicación aproximada de una hora semanal. El sacerdote Gabriel Camusso, vicepresidente de Cáritas en la diócesis de San Francisco, explicó en La Mañana de El Periódico Radio (lunes a viernes de 10 a 12 por la 97.1), cómo se implementa este programa y cómo pueden contactarse aquellas personas que deseen sumarse como voluntarias. 

“Ya hace un año que lo estamos trabajando en la diócesis, es una propuesta que en su momento se hizo a nivel nacional y que vimos oportuno que pueda estar también entre nosotros. Esto ha generado que podamos enseñar de manera personalizada a niños por el momento, pero está la posibilidad de abrirnos a adultos en algunas parroquias de la diócesis de San Francisco para acompañar la lectura, la escritura y la comprensión de niños o de adultos", comenzó.

Camusso aclaró que se trata de una acción distinta al apoyo escolar que hay en otros espacios, porque es más personalizada y apunta a poder ayudar a niños en la lectura, escritura y comprensión. “Más allá de que no tenemos mucha experiencia ni suficientes voluntarios, quienes están trabajando se sienten realmente satisfechos por ver cómo los los niños van avanzando”, agregó.

“Los espacios se buscan con mucha libertad por una tranquilidad y una seguridad de la familia que trae a su niño y de quien está como colaborador voluntario, como son los salones parroquiales o las salas de la catequesis, pero también puede ser otro espacio. El tiempo es una hora por semana de acuerdo a la posibilidad del voluntario, después si se puede agregar es de acuerdo con la familia del niño o de la niña a quien se asiste. Estamos recién iniciando el proyecto en la diócesis, en San Francisco, Freyre, Morteros o Marull”, detalló.

Para Camusso, esta actividad de voluntariado es “un trabajo silencioso, perseverante, pero con muchos frutos” porque además de enseñar a leer y escribir se puede transmitir “una cultura de valores”.

“La experiencia que tengo es que muchos docentes alcanzaron la edad para jubilarse y que quieren seguir prestando un servicio con esta libertad que da la solidaridad. Y hemos escuchado algunos testimonios hermosos de quienes están haciéndolo, así que en esto es abierto a todos”, indicó.

Finalmente, señaló que aquellas personas que quieran sumarse pueden contactarse por las redes sociales de Cáritas San Francisco, tanto por Facebook como por Instagram, y allí les responderán para coordinar los pasos a seguir.