La crisis golpea con fuerza especialmente a las personas jubiladas, que cada vez tienen más dificultades para cubrir sus necesidades básicas. Desde la Secretaría de Políticas Sociales de la Municipalidad de San Francisco advirtieron sobre un crecimiento alarmante en la cantidad de adultos mayores que acuden en busca de asistencia para poder acceder a alimentos, medicamentos y pagar servicios esenciales.

Graciela, de 63 años, junto a su marido participó en la última manifestación frente a la sede de PAMI San Francisco. Una convocatoria organizada por el colectivo Jubilados en Lucha , que  busca visibilizar el impacto de los recortes en el sistema de salud y el ajuste en las jubilaciones por parte del Gobierno nacional. Con una bandera argentina en sus manos, relató la dura realidad que atraviesa: "Estamos viviendo momentos muy difíciles. Hace tres años que consumo muchos medicamentos y la jubilación no alcanza. Gracias a Dios no pagamos alquiler, pero aun así se hace muy difícil", contó.

Para poder sostenerse, Graciela ha tenido que reducir gastos al mínimo. "A veces hay que elegir entre comprar la medicación o una comida del día. Es muy duro. En mi caso, tuve que dar de baja algunos seguros y corté el cable, solo me quedé con internet y el teléfono. Pero hay personas que pagan alquiler y están mucho peor", lamentó.

La misma angustia expresó Miriam, otra jubilada autoconvocada, que denunció la falta de asistencia por parte del PAMI. "Estamos luchando para conseguir un marcapasos, para conseguir tubos de oxígeno. Ante la urgencia, no nos queda otra que hacer esto. No estamos peleando por otra cosa que no sea la vida y la calidad de vida de la gente", expresó.

Aunque su situación personal no es de extrema gravedad, cada vez que acude al PAMI se encuentra con historias que la conmueven. "Gracias a Dios tengo mi casita, gano la mínima y vivo con mi hermana. A veces no llegamos al almuerzo y tomamos mate para pasar el día, pero sé de casos mucho peores. No me han faltado medicamentos porque soy sana, pero cada vez que vengo al PAMI me encuentro con historias que te parten el corazón", contó.

Aumento en la demanda de asistencia municipal

Desde la secretaría de Políticas Sociales, Mauricio Vaschetto y la directora del área, Claudia Lenis, confirmaron que el municipio enfrenta una creciente demanda de ayuda por parte de jubilados que, hasta hace poco, no habían necesitado asistencia estatal.

"Estamos viendo un incremento en la cantidad de jubilados que vienen por primera vez a pedir ayuda porque no pueden afrontar los costos de los servicios básicos o acceder a sus medicamentos", explicó Vaschetto.

Antes, muchos jubilados recibían apoyo alimentario del PAMI, pero en la actualidad, varios programas fueron reducidos o eliminados por el Gobierno de Javier Milei. "PAMI solía entregar bolsones o dar un plus alimentario, pero ahora eso desapareció y los jubilados vienen a nosotros porque no tienen otra alternativa", agregó.

El acceso a la medicación es otro de los grandes problemas. "Hay jubilados que dejaron de tomar sus remedios porque no pueden pagarlos. Especialmente en tratamientos oncológicos, hemos visto casos en los que la medicación no llega en tiempo y forma", alertó el funcionario.

“Los derechos no caducan”, el grito de los jubilados frente al PAMI San Francisco

También el intendente Damián Bernarte, en su último discurso de apertura de sesiones del Concejo Deliberante, había advertido sobre las consecuencias de la modificación en el sistema de provisión de medicamentos de PAMI.

"Desde que se modificó el sistema de provisión de medicamentos a afiliados del PAMI, aumentó un 40% la demanda municipal de estos insumos. Con sinceridad les pregunto: ¿dónde creen que van nuestros abuelos a golpear la puerta si no es a nuestra Asistencia Pública Municipal o a nuestros dispensarios? No se van a quedar sin su medicación", sostuvo Bernarte, que subrayó que el Estado municipal debe afrontar bajo su órbita los servicios que deja de prestar el Estado nacional.

La situación ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del municipio, que ve cómo cada vez más familias recurren a la asistencia pública para conseguir medicamentos que antes eran provistos de manera gratuita por PAMI.

Tarifas y alquileres, un peso imposible de sostener

El incremento en los servicios públicos, especialmente la electricidad, ha profundizado la crisis de los jubilados. Lenis detalló la desesperación con la que muchos adultos mayores llegan a pedir ayuda: "Muchos jubilados vienen con las boletas en la mano, angustiados porque no saben cómo pagarlas. Aunque algunos accedieron a subsidios, el aumento de las tarifas sigue siendo muy alto y afecta directamente su economía diaria", explicó.

El problema habitacional también se ha agravado. "Hay jubilados que gastan la mayor parte de su pensión en el alquiler y tienen que elegir entre pagar la renta, comprar comida o la medicación. Ya estamos asistiendo casos con estas problemáticas", alertó la funcionaria.

Más jubilados en comedores comunitarios

Históricamente, los comedores y merenderos comunitarios eran espacios a los que acudían principalmente mujeres y niños. Sin embargo, en los últimos meses ha aumentado la presencia de adultos mayores en busca de un plato de comida caliente.

"Ahora hay más jubilados y personas mayores que llegan a los comedores porque no les alcanza para comprar alimentos", afirmó Vaschetto.

Ante esta situación, el municipio ha reforzado la asistencia. "El año pasado entregamos 30 toneladas de alimentos a comedores y merenderos. Este año, vamos camino a igualar o superar esa cifra, porque la cantidad de personas que necesitan ayuda sigue en aumento", explicó el funcionario.

Desde la Secretaría de Políticas Sociales anticiparon que los próximos meses serán aún más complicados. "El invierno siempre genera más demanda de ayuda. Muchas personas mayores tienen enfermedades que se agravan con el frío, y con el costo de la energía que va en aumento, creemos que nos espera un invierno duro en materia de asistencia", consideró Vaschetto.

En cuanto a la entrega de bolsones alimentarios, los funcionarios remarcaron que la demanda creció notablemente en los últimos meses. Mientras que en 2023 se entregaban alrededor de 1.000 módulos alimenticios, en la actualidad la cifra supera los 1.600.

¿Se podrá sostener la asistencia?

Si bien San Francisco cuenta con una fuerte red de contención, los funcionarios advierten que la capacidad del Estado municipal está cada vez más exigida.

"El Estado municipal está absorbiendo una demanda cada vez mayor ante una Nación cada vez más ausente", resumieron desde el área social.

No obstante, remarcaron la importancia del entramado social que aún funciona en la ciudad y evita un colapso total: "San Francisco cuenta con una red de instituciones que acompañan diferentes demandas sociales, lo que permite que el sistema no colapse. Existen espacios municipales y también organizaciones de la sociedad civil que sostienen a quienes lo necesitan, evitando que se rompa el tejido social", concluyeron.