Jubilados y pensionados autoconvocados se manifestaron este miércoles frente a la sede de PAMI San Francisco, ubicada en calle Iturraspe 2350, para reclamar por la falta de cobertura de medicamentos, retrasos en la entrega de insumos médicos y haberes insuficientes. La protesta contó con el respaldo de gremios locales como CGT, UEPC, Gráficos, de la madera y Comercio, además de vecinos preocupados por la situación de los adultos mayores.

Los manifestantes denunciaron la crítica situación que atraviesan los jubilados en Argentina, con ingresos que no alcanzan para cubrir necesidades básicas y un sistema de salud cada vez más inaccesible. Enrique, integrante del colectivo @jubiladxs.enlucha_sanfco, expresó: "Los haberes son realmente miserables, hemos perdido la cobertura de muchos medicamentos y en algunos casos la entrega nunca llega en tiempo y forma. Se demoran los préstamos de camas ortopédicas, sillas y prótesis. Estamos en una lucha total por la defensa de nuestros derechos".

Además, en el lugar se firmó una adhesión que será elevada al Congreso para exigir respuestas. Según explicó Enrique, el objetivo es que los legisladores dejen de ver a los jubilados solo como un caudal electoral y comiencen a gestionar soluciones concretas.

“Los derechos no caducan”, el grito de los jubilados frente al PAMI San Francisco

Una crisis que afecta a todos

A la protesta se sumaron familiares de jubilados y vecinos que atraviesan situaciones económicas desesperantes. Según detalló Enrique, muchas personas no pueden costear los medicamentos y deben reducir sus dosis para que les rindan más tiempo.

"Hay gente que consume el 50% de la dosis que el médico le receta porque no puede pagar el resto. También hay quienes no pueden pagar el alquiler o comprar alimentos. Esto no es solo un problema de los jubilados, afecta a toda la sociedad", sostuvo.

Por su parte, Miriam, otra jubilada autoconvocada, denunció que la falta de asistencia pone en riesgo la vida de muchas personas. "Estamos luchando para conseguir un marcapasos, para conseguir tubos de oxígeno. Ante la urgencia, no nos queda otra que hacer esto. No estamos peleando por otra cosa que no sea la vida y la calidad de vida de la gente", afirmó.

Conmovida, Miriam contó su propia experiencia ante el ajuste del Gobierno nacional: "Gracias a Dios tengo mi casita, gano la mínima y vivo con mi hermana. A veces no llegamos al almuerzo y tomamos mate para pasar el día, pero hay casos peores. No me han faltado medicamentos porque soy sana, pero cada vez que vengo al PAMI me encuentro con historias que te parten el corazón".

La lucha que no se detiene

La protesta dejó en claro que los jubilados y pensionados de San Francisco no están dispuestos a resignarse a la precariedad. "Nos resistimos a ser indigentes y a vivir como indigentes, los derechos no caducan", aseguraron en una radio abierta dispuesta frente a la sede gubernamental.

Con el apoyo de organizaciones gremiales y vecinos, el movimiento de jubilados sigue sumando adhesiones y prometen continuar con su lucha,