Si bien durante la pandemia, muchas personas avanzaron con consultas a nutricionistas de San Francisco y zona, entendiendo que la obesidad es un factor de riesgo con la Covid-19, lo que preocupa a estos profesionales de la salud es la mala alimentación y la falta de actividad física de niños y adolescentes.

“Lo que nosotros vemos es que más de 5 cada 10 niños tienen problemas de peso. Cada vez recibimos más consultas de padres y pediatras al respecto”, destacó la comisionada local del Colegio de Nutricionistas de Córdoba, Alejandra Risso a El Periódico Radio 97.1.

Al mismo tiempo reconoció que el problema de sobrepeso se da a nivel país, no solamente en esta región. Más del 40% de los chicos y adolescentes de entre cinco y 17 años tiene sobrepeso y obesidad en la Argentina. Los datos surgen de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) 2019 que realizó la Secretaría de Gobierno de Salud y que abarcó a 22 mil personas de todo el país e incluyó a personas de todas las edades, seleccionadas al azar, con representatividad regional y nacional.

-¿Cuáles pueden ser los motivos del avance de la obesidad en niños?

Tenemos una estadística muy alta en obesidad, y más preocupante es la obesidad infantil. Esto se debe a que los chicos cambiaron los hábitos de ejercicios.

Antes estaban jugando en la calle, corriendo, saltando, jugando a la mancha, pero ahora están detrás de una computadora o un celular y ahí no hay desgaste. Conjuntamente con eso están con un snack, con muchas grasas y sales. O llevan a los recreos comidas pocos saludables.

-¿Qué aconseja con los chicos?

Con los niños las prohibiciones no van, hay que ir cambiando los hábitos paulatinamente. Ir haciendo canjes pero en la cantidad que se consume. Se debe concientizar sobre los alimentos que deben comer y darle permitidos también pero cuando salen, no todos los días como premio si se portan bien.

También hay que estar atentos a lo que el chico se lleva a la escuela, porque puede ser víctima de bullying. Hay que concientizarlos pero también escucharlos.

-¿Qué le recomendás a las personas en materia de salud?

Tenemos que volver a lo básico. Realizar cuatro comidas como el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Optar por comidas naturales como las verduras, no siempre elige lo que está muy procesado y buscar que los alimentos sean comunes como lácteo, yogurt, la fruta fresca de estación.

Evitar las gaseosas, priorizar el agua. En cuanto a las infusiones tratar de buscar las naturales y no ir a los hedulcorantes tan artificiales. Mientras que la cocción elegir el horno o la plancha y evitar las frituras.

-¿El ejercicio es importante?

Sí, fundamental. Si no hay tiempo para ir al gimnasio o algún club, no es excusa. Se puede salir a caminar alrededor de la cuadra o al frente de la casa. Pero es muy necesario poder hacer ejercicio y siempre teniendo en cuenta la condición particular de cada persona.

Alejandra Risso, nutricionista de San Francisco.
Alejandra Risso, nutricionista de San Francisco.

Impulsan el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal

Desde el Colegio de Nutricionistas de la provincia de Córdoba ven con buenos ojos y apoyan el debate sobre el proyecto de Ley sobre Etiquetado Frontal de Alimentos , el cual llegaron semanas atrás dictamen en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados y tiene media sanción en el Senado.

La iniciativa advierte sobre los excesos en sus componentes sobre azúcares, sodio y grasas saturadas, entre otros, con el objetivo de prevenir "la malnutrición en la población".

“El proyecto busca lograr que el rótulo sea claro para que lo pueda entender cualquier persona” , indicó Alejandra Risso.

En este sentido agregó que es importante que en la cara frontal del envase de cualquier producto claro los detalles de lo que se consume y no engañe al común de la gente.

“Hay una gran lucha para que se apruebe pero falta el broche final en la Cámara de Diputados, sin embargo es una pelea contra grandes marcas”, expresó la profesional.

El proyecto de ley advierte a consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de información clara, oportuna y veraz.

Además promueve la prevención de la malnutrición en la población y la reducción de enfermedades crónicas no transmisibles.

Entre otros puntos, está dirigido a fabricantes, fraccionadores y envasadores que distribuyan, comercialicen o importen, que hayan puesto su marca o integren la cadena de comercialización de alimentos y bebidas analcohólicas de consumo humano.

Si el proyecto se transforma en ley, los alimentos y bebidas analcohólicas envasados ​​y comercializados en la Argentina deberán colocar leyendas como "Exceso en azúcares", "Exceso en sodio", "Exceso en grasas saturadas", "Exceso en grasas totales", y / o "Exceso en calorías".

En pandemia aumento la demanda

La tarea para los profesionales de la alimentación creció debido a que muchas enfermedades y patologías asociadas al consumo de comidas son factor de riesgo con la enfermedad de la Covid-19.

Esto provocó que muchas personas con sobrepeso, diabetes o colesterol recurran a nutricionistas para poder obtener una dieta adecuada y así cuidar su salud.

“A partir de la pandemia la profesión cobró mayor importancia dado que muchas personas se dieron cuenta de que la alimentación es importante y entendieron los peligros de la obesidad”, informó Risso.

En este sentido, indica que recurrieron a consultar a un nutricionista porque las alteraciones metabólicas, el sobrepeso, la diabetes, a tener mayor probabilidad de complicaciones con la enfermedad de Covid-19.

“La gente que era más sedentaria y tranquila tomó conciencia de la importancia de salir a caminar y tener una buena alimentación”, consideró.

Capacitación constante

Como ocurre con muchas profesiones, en la nutrición los profesionales deben capacitarse constantemente para actualizar sus conocimientos debido a que los hábitos y problemáticas referidas a la alimentación cambian todo el tiempo.

“En San Francisco hay alrededor de 80 nutricionistas, pero no todos están ejerciendo. Es una profesión que tiene muchas aristas donde se puede desempeñar como lo educativo, salud pública, salud privada, consultorio y las distintas especialidades ”, comentó la nutricionista Risso.

“En esta carrera si nos quedamos con lo que estudiamos en la universidad nadie está preparado a la altura de las circunstancias. Día a día hay que ir capacitándose para actualizarse porque los hábitos van constantemente ”, sostuvo.