Evelin Soria tiene 20 años. Nació en la localidad de Reconquista (Santa Fe) pero vive en Altos de Chipión (Córdoba) desde hace 8 años, donde convive junto a su hija, de 6, quien nació fruto de una relación con una persona mayor de edad cuando tenía 12. En ese momento, todavía en la niñez, ella no tenía dimensión de lo sucedido. Según dijo, "era como un amigo" y hasta podía reemplazar la presencia de su padre fallecido dos años atrás. 

Abortar nunca fue una opción, aunque se lo ofrecieron. El hombre que abusó de ella cuando era menor, hoy de 30 años, -a quien prefiere no dar a conocer- nunca fue enjuiciado desde ese momento, a pesar de que hay más de un centenar de denuncias en su contra ante hechos de violencia hacia ella. Ahora, el 7 de noviembre será la audiencia en la Cámara del Crimen de nuestra ciudad, que en primera instancia iba a ser en septiembre.

“Esto empieza en 2012. Nosotros nos mudamos a Chipión porque en 2010 mi papá falleció de chagas y mi mamá quedó sola en la calle, sin trabajo, y tenía tres hijos para mantener. Cuando nos fuimos a vivir a Chipión vivíamos en una pieza súper chiquita. Mi hermano trabajaba y mi mamá cuidaba una nona a la noche en Paquita”, relató la joven en diálogo con El Periódico.

Evelin contó que este hombre que la violó primero se acercó a su hermana, que en esa época tenía 16, pero esta "no quiso saber nada". Luego, lo hizo con ella: “Se me acercó a mí y yo caí. Todo empezó como un juego, ese juego terminó con un embarazo a los 12 años”, lamentó.

El proceso de los nueve meses fue muy duro: “Tuve un retraso y empezaron los dolores de panza, las náuseas y los síntomas de embarazo. El tema era cómo decírselo a mi mamá. Le comenté que me dolía la panza, ella me llevó al doctor, me hicieron una prueba de sangre para ver qué tenía y salió positivo, salió embarazo. Él tenía 22 años. No éramos novios, ni amantes, ni nada, solo amigos”, dijo.

Luego siguió: “El peor embarazo que una mujer puede tener lo tuve yo. Hoy la nena tiene seis años. No se lo desearía ni a mi peor enemigo. Fue feo, en todo el embarazo tuve la presión 7-5, tuve pérdidas a los tres meses y tuve un principio de aborto a los 6 meses donde me tuvieron que poner inyectables para contenerlo”.

Sobre si pensó en abortar en algún momento, respondió: “Me ofrecieron no tenerlo, era legal porque era una violación, yo tenía 12 años y él 22. Yo no lo quería, pero no era quién, no sabía lo que era un aborto, pero al explicármelo dije que no”.

Abusaron de ella a los 12 años, quedó embarazada y hoy quiere justicia
Con Silvia de Paso a Paso, espacio que la ayuda a afrontar este duro momento

Con ojos de adulta

En la actualidad, con ojos de adulta, el análisis de Evelin sobre lo sufrido es otro: “Hoy con 20 años veo cosas que en ese momento no veía, por ejemplo, que fue un tipo muy psicópata, un tipo que jugaba, y yo creo que me eligió a mí”.

Al contar cómo esta persona se acercó a su familia y sobre todo a ella, señaló: “Lo conocí en el parque por otra chica, pero ella ya era mayor. Bien no te puedo decir porque tengo depresión y esa parte de mi vida la tengo bloqueada, no me acuerdo de nada”.

Después del nacimiento de su hija, contó que sufrió numerosos hechos de violencia de parte del denunciado: “Él pasaba y si estaba tomando una gaseosa me tiraba la botellita, me llamaba a la madrugada amenazando, me llamaba para denigrarme, me decía ‘vos estás preñada y sola y yo tengo a mi rubia’, porque él tenía mujer”.

Respecto al momento en que decidieron denunciarlo, recordó: “La denuncia la hizo mi mamá al enterarse de que yo estaba embarazada y de quién era él, me fue a pedir una respuesta porque no podía ser, y yo tuve que contarle lo que pasó”. Y continuó: “Mi mamá se lo fue a reclamar y el padre adoptivo de él dijo que no podía ser porque yo era una prostituta y que lo único que yo quería hacer era sacarle plata. A los días fueron a mi casa a ofrecerme plata para que abortara. Como también le ofrecieron plata a mi mamá después de hacer la denuncia para que la levantara”, afirmó.

Su relación con su hija

El nacimiento de su nena fue traumático. Sostiene que eran muy bajas las posibilidades de vida que le daban tanto a ella como a la niña, a tal punto que le hicieron firmar un papel a su madre “diciéndole que cuando abrieran la puerta del quirófano ella automáticamente tenía que decidir entre la nieta y la hija”.

La criatura pesó 3.350 kilogramos por cesárea: “Dentro de todo fue un éxito porque salimos las dos con vida, después tuve una hemorragia interna, quedé anémica y sin caminar. Ese posparto duró dos meses”.

Tras ello, Evelin aumentó su estado depresivo, a tal punto de no aceptar a su hija: “No aceptaba a la nena, no la quería, me repugnaba verla porque era como verlo a él, no la acepté hasta que tuvo 3 años”, manifestó, aunque aseguró que sí le dio la teta “porque estuvo mi mamá todo el día exigiéndome, ‘de alguna forma es tu hija’, ‘tiene que comer’, ‘la mamadera no agarra’, ‘por favor, por lo que más quieras’, me decían”, recordó.

Según explicó luego, el clic lo hizo cuando escuchó a la niña decirle mamá a su tía, hermana de Evelin: “Hice el clic cuando mi hija le empezó a decir mamá a su tía, porque mi hermana le enseñó a hablar, a caminar, y mi hermana estaba para ella, trabajaba a la mañana, iba a la escuela a la noche y todo el día estaba con mi hija. Y ahí fue cuando un día la sentí decirle mamá a su tía. Hoy en día ella me dice mamá a mí”, contó asegurando que pudo revertir la relación.

En la Justicia

Las primeras denuncias se hicieron a la Policía de Altos de Chipión, luego intervino la Justicia de Morteros. “Si hoy me preguntás de la causa, no sé qué decirte porque nunca tuve acceso.

Sin embargo la denuncia no se archivó y tras un paso por la Justicia de Córdoba llegó a San Francisco. Primero la audiencia estaba pactada para septiembre, aunque se pospuso para el 7 de noviembre próximo en la Cámara del Crimen.

Antes de ello, Evelin aseguró que sufrió amenazas de parte del padre de la mejor durante varios años.

“Nos cruzamos continuamente porque vivimos en el mismo pueblo. Teniendo el ADN en sus manos siguió negándola, le dio el apellido pero nunca la sintió como hija, nunca lo demostró, la visitaba pero fue más por la causa que por interés, yo no lo llamaría el padre de mi hija, sino el progenitor, porque padre no se hace en 9 meses, será porque a mí me tocó un padrazo, tenés que estar muy presente por más que tengas otra familia y otros dos hijos”.

Soria remarcó que lo denunció más de cien veces en todos estos años. “Yo hice varias denuncias porque hubo amenazas de muerte donde me dijo ‘te voy a matar a vos y a tu hija’. Por mensaje. Yo lo denunciaba y él me amenazaba. Una vez me tiró el auto arriba cuando llevaba a la nena al jardín. La gente sabe porque más de una vez me ayudó a levantarme. Yo llevo una cuenta de 120 denuncias desde 2012 hasta hoy”, aseguró.

Su vida, su hija

Evelin pudo en el último tiempo revertir su historia de vida. Encontró una pareja que la ayuda todo el tiempo y conserva a su “mujeres guerreras”, su madre y su hermana.

Aseguró que sufre “depresión crónica” y cambió su visión sobre su pequeña hija: “Es una nena maravillosa, es un ser mágico, porque se aferró tanto a esta vida, porque ella quería venir al mundo. Aunque la pasé muy mal estos 7 años y aunque me hicieron de todo, yo creo que ella es una nena feliz”, expresó.

Ahora solo resta cerrar un capítulo más de su joven vida, seguramente el peor.  “Espero justicia si es que de verdad existe”, concluyó.