El “Desafío ECO” estudiantil es una competencia de autos diseñados y construidos por estudiantes de escuelas técnicas, asesorados por sus profesores. Este apunta a inculcar en los alumnos el cuidado del medio ambiente, la investigación de sistemas de transporte no contaminantes y el trabajo en equipo. Y se realizará el 28 de octubre en Buenos Aires.

Esa jornada tendrá algo de tonada cordobesa y provinciana ya que los alumnos del IPET 50 de nuestra ciudad, la popular “Escuela del Trabajo”, serán los únicos representantes del interior en una competencia invadida por alumnos porteños.

La institución participará con alumnos de quinto y sexto año, de las especialidades de Mecánica, Automotores y Electrónica. Se trata de un evento que se viene realizando en otros países, como Australia o los Estados Unidos, y está avalado por la Federación Internacional del Automóvil.

Javier Turchetti, profesor de la asignatura Automotores, explicó a EL PERIÓDICO que un colegio técnico del interior puede participar de esta competencia: “Esta vez nos eligieron a nosotros y es una gran satisfacción. Nos conocían por competencias anteriores que organizó Citroën, por eso surge la oportunidad”.

El trabajo de los alumnos consiste en armar un chasis y montar sobre él las distintas partes de lo que será el automóvil, entre ellas el motor eléctrico, las baterías y las ruedas que en esta experiencia serán tres.

“Será un auto eléctrico al ciento por ciento”, resumió Jorge Tomé, profesor de Electrónica. El docente explicó que existen una serie de puntos que se deben respetar como el peso mínimo del vehículo con el piloto incluido, que deberá ser de 130 kilos. Además el auto deberá estar separado del piso por al menos seis centímetros. “Después todo surge de la inventiva de los muchachos en lo que respecta a disminuir los rozamientos del auto; será una competencia pareja porque la fuente de energía, el motor y el peso de todos serán similares”.

La competencia durará una hora reloj. Será una carrera en la que ganará aquel que no abandone en ese tiempo, es decir, aquel auto que no se quede sin batería: “Ganará el que realice más metros, lo que hay que evitar es el rozamiento y la pérdida de energía innecesaria”, remarcó Turchetti.

Ansiedad

La competencia será en dos meses y el vehículo aun no tiene forma, sin embargo, los alumnos del IPET 50 enmarcados en el proyecto le dedican al trabajo entre 15 y 20 horas semanales.

“Se está armando un prototipo, con caños autógenos, soldaduras, viendo ideas; los chicos avanzan, retroceden porque algo no les gusta. Ellos hacen y nosotros asesoramos, aprovechamos su inventiva para que puedan abrir su cabeza”, manifestó el profesor de Automotores.

Aunque los tiempos de trabajo se complicaron un poco debido a que los alumnos de sexto año ya comenzaron sus pasantías en empresas privadas, los chicos no descansan de cara a la competencia del 28 de octubre.

“Los chicos están ansiosos, les gusta el taller y ante un desafío como este se potencian y viven acá dentro”, contó Turchetti.

Por su parte, Tomé adelantó que tendrán que hacer algunas horas extras. “Es la primera vez que se hace algo así, así que la próxima vez que participemos lo vamos a hacer en un camino conocido; ahora hay que experimentar bastante”, dijo.

Pese a todo, ambos profesores no se achican al momento de mostrar sus expectativas: “Queremos hacer quedar bien a la escuela, esa es la expectativa”, dijo Tomé. Sobre lo mismo, Turchetti respondió: “Uno va a ganar. Pero lo bueno es participar, que los chicos se hayan involucrado con el trabajo y hayan pensado este proyecto. Ya para nosotros eso es muy bueno”.