Días atrás, la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) cumplió 15 años. La norma fue aprobada el 4 de octubre de 2006 mientras que en 2008 se aprobaron los lineamientos curriculares básicos de la ESI por parte del Consejo Federal de Educación, entidad integrada por los ministerios de educación de todas las provincias.

Se trata de una ley que establece el derecho de los estudiantes a recibir contenidos de educación sexual integral en las escuelas públicas y privadas del país, desde el nivel inicial hasta la formación técnica no universitaria y el nivel superior docente.

En San Francisco, como en otras localidades, fue una ley muy discutida y se intentó evitar que su contenido se impartiera en las aulas. Acerca de ello se refirió Azucena Sánchez, inspectora del nivel primario de la zona escolar 2330, quien la defendió como una política de Estado y un derecho de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

"La Ley de Educación Sexual Integral viene a traer un tema que realmente es de suma importancia. Vino a darnos la posibilidad de ejercer derechos, de abordarla desde la integralidad. Y para eso se genera esta política pública que tuvo que ver con recursos aportados, capacitaciones. Justamente San Francisco fue una de las ciudades donde se realizó una capacitación masiva para todos los docentes. Esta ley viene a dar lugar al ejercicio de derechos. Viene el Estado a ocupar un lugar muy importante porque es para todos y todo el sistema formal recibe esta educación sexual integral", dijo Sánchez.

La inspectora explicó que cada establecimiento escolar se adaptó de acuerdo a sus posibilidades para poder impartir los conocimientos necesarios: "Las instituciones han ido haciendo un camino en estos 15 años desde las posibilidades propias, desde el conocimiento de su comunidades. Se han generado espacios curriculares propios para abordarla, proyectos integrados, y en otros casos transversalizándola en todos los espacios curriculares. No ha sido un desarrollo lineal, igual, pero tampoco estamos en el mismo lugar en el que estábamos hace 15 años".

Derechos vulnerados

La importancia de la Educación Sexual Integral es fundamental cuando se habla de abusos, violencia y desigualdad de género. La información protege y permite advertir derechos vulnerados.

"Hay un camino recorrido. Sabemos que esto ha dado la posibilidad a que muchos niños puedan poner en palabras situaciones de sufrimiento y de abuso. Sabemos que también para los más grandes ha sido muy importante poder conversar sobre su identidad sexual y sabemos que también para los niños es muy importante trabajar con sus emociones, trabajar la igualdad. Creemos que en ese sentido la ley ha sido un enorme aporte, es de suma importancia en la sociedad porque también la sociedad ya no es la misma de hace 15 años", apuntó Sánchez.

La inspectora reconoció que la ley fue generando "importantes logros" en educación: "Eso es notable, tal vez nos falta mucho camino por recorrer porque también tiene otras implicancias, que son implicancias personales, ideológicas, algunos obstáculos que son difíciles vencer para abordarla pero No estamos en el mismo lugar, que estábamos hace 15 años. Hemos avanzado, hemos recorrido un camino y yo lo valoro muy positivamente".

A la vez, admitió que ocurrieron casos en que niños y jóvenes pudieron expresar situaciones de violencia y abuso a partir de lo aprendido en las aulas. "Han ocurrido. Los chicos se han animado a conversar con sus docentes. Han sido situaciones muy duras, muy tristes, pero han podido poner en palabras situaciones que vivían, que eran de abuso. Después de eso uno da intervenciones a todos las instituciones que deben intervenir para resguardar a los menores. Pero sí, ha habido muchos casos", afirmó.

Discusiones

Sánchez también se refirió a los contenidos, que en un primer momento fueron muy discutidos, algo que ya no sucede como hace 15 años. "Del Ministerio vienen los ejes de abordaje, sobre todo algunos que han sido muy discutidos. La ley también fue muy discutida. Una de las dificultades de la implementación es que al no ser comprendida en todos sus aspectos la ley tuvo alguna resistencia, sobre todo de algunos grupos religiosos", manifestó.

Seguidamente, añadió: "Nosotros receptábamos cartas que nos enviaban, donde se pedía que no se les dictara a los chicos la educación sexual integral en la escuela. Pero era ley. Hubo que establecer muchos diálogos y comprenderla. Sobre todo las escuelas tuvieron que lograr que la familia comprenda cuál era el abordaje, es decir, qué es la perspectiva de género, qué es la igualdad. Hay que rescatar la capacidad que tenemos de generar derechos, de considerarnos iguales, de que haya Justicia, de que es una sociedad más tolerante a la diversidad de los seres humanos. Me parece que eso es fundamental y es un aporte que en las escuelas se está trabajando".

De todas maneras, eso ya no ocurre como hace 15 años: "La verdad que ya muy poco, también la situación de pandemia ha hecho que por ahí estemos retomando, pero que ya no hay la resistencia que hubo en el inicio".

¿Qué es la Educación Sexual Integral?

La Educación Sexual Integral (ESI) es un conjunto de enseñanzas que tienen como objetivo promover saberes y habilidades para la toma de decisiones responsables y críticas en relación con los derechos de los niños, las niñas y los/as adolescentes al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, la información y la sexualidad.

Los contenidos se dictan de acuerdo a las edades de los estudiantes y se fundamentan en que el cuidado de la salud sexual y reproductiva es un derecho humano.

Su dictado es universal porque incluye a todos los estudiantes de todo el país y de escuelas de gestión privada y pública desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de educación técnica no universitaria. 

La educación sexual es integral porque no solo incluye la perspectiva biológica. También incluye perspectivas psicológicas, jurídicas, pedagógicas y éticas.

De esta manera, se abandona la mirada “biomédica” como única forma de tratar la sexualidad como así también otras perspectivas que tratan regular los comportamientos sexuales del canon moral preestablecido.