Al contrario de lo que se creía hace algunos años, cuando el suicidio era considerado un tema tabú de salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que hay que tocar el tema públicamente para prevenirlo y que recibir ayuda emocional en el momento correcto es la mejor manera de evitarlo.

Los especialistas aseguran que preguntar sobre la existencia de ideas suicidas no incrementa el riesgo; por el contrario, puede ser la única oportunidad de comenzar acciones preventivas y evitar una muerte.  

En este sentido coincide Ayelén Capello, joven estudiante de nuestra ciudad integrante de la Red Argentina de Suicidología, que por segundo año consecutivo fue invitada para disertar en el 16° congreso sobre la materia en unas jornadas nacionales que se desarrollaron en provincia de Salta.

En esta oportunidad, Capello orientó su charla en un nuevo y peligroso desafío viral que llegó para reemplazar al juego de la “ballena azul”. Se trata de "Momo", el reto viral que se difundió por WhatsApp y que ya produjo varias muertes.

¿Este nuevo y peligroso desafío ha evolucionado con respecto a la ‘Ballena Azul’?

El “desafío del Momo” tiene más o menos la misma temática, solamente que se viraliza a través de WhatsApp. El juego anterior utilizaba Facebook o páginas truchas. La intención es la misma: hacer que los chicos ingresen y que caigan en estos juegos. Obviamente nos referimos a personas que están en situación de crisis y el juego los coloca en una situación bastante complicada, haciendo que tengan desafíos y tratando, a través de una manipulación inmensa, consumar el suicidio. Lamentablemente por este desafío hubo hechos consumados, por eso mi disertación hizo mucho hincapié en la prevención en niños y adolescentes.

“Hay que hablar de suicidio y capacitar para que se brinde información correcta”
El juego del Momo que se volvió viral. 

¿Ante qué situaciones los padres tendrían que estar alertas?

Ahora los chicos prácticamente ‘nacen’ con la tablet y los teléfonos. Yo hago mucho hincapié en el cuidado que los padres tienen que hacer con el uso de las redes sociales. Los chicos saltan de una página a otra y en una que pasaron se pueden encontrar un montón de cosas negativas. No digo que las redes sociales no sean positivas, sino que si no se lleva un control los chicos pueden entrar a estos blogs por intriga y caen. Si tienen una mínima cosita, se pelearon con el novio o con la amiga, son detonantes para ingresar e indagar en este tipo de cosas.

La comunicación también es clave…

Siempre. La comunicación con los hijos es muy importante. Estamos en una época en la que todos estamos alborotados, todos trabajamos, no tenemos tiempo para nada y los chicos necesitan y merecen la atención de los padres, en el tiempo mínimo que sea, pero la necesitan.

¿Qué otros comportamientos pueden ser señales de alerta?

Los chicos cuando se aíslan, cuando quieren pasar mucho tiempo solos, se encierran en el cuarto, son llamadores. El no tener compañeros en el colegio, no querer juntarse con nadie, no querer relacionarse con nadie. Son cosas a las que hay que prestarles atención. Por eso cuando digo control, no me refiero solo a lo que hacen en Facebook e Instagram sino también revisar los cuadernos, son muchos los lugares desencadenantes donde los chicos expresan: “Necesito ayuda”.

Los últimos meses del año son una época “roja” en que se registran intentos de suicidios, ¿te preocupa? ¿cómo se afronta?

Empieza una época crítica, llega la primavera, luego las fiestas de fin de año, es una etapa del año donde generalmente se registra el mayor número de suicidios. A mí me preocupa todo el año, pero estamos en una zona muy característica, en una zona donde hay muchos casos y donde no se habla de suicidio, que es lo más preocupante. Si no hablamos de suicidios, la cuestión empeora. Si concientizamos a la gente, si enseñamos, si le quitamos el tabú que lo envuelve, si damos asistencia, prevención y otras herramientas, no digo que solucionemos el problema porque es muy complejo, pero sí podríamos salvar más vidas. Hay que hablar de suicidio y capacitar a los medios para que puedan brindar la información como corresponde, eso es prevenir el suicidio.

¿Creés que San Francisco sigue en deuda en cuanto a una respuesta a la problemática del suicidio?

En San Francisco estoy haciendo un trabajo de asistencia solitaria porque no recibo ayuda de otras personas. Recibo muchas consultas vía redes sociales, se nota mucho que hay una necesidad grande de asistencia tanto a nivel local como en pueblos vecinos y es lamentable que el Estado no se haga cargo de esta problemática. Para abordar el suicidio se necesita un grupo interdisciplinario y no se puede saldar con un tratamiento ambulatorio. La lucha es construir esta asociación que cuente con un lugar físico, donde se trabaje en equipo, donde se pueda prevenir y asistir a las personas que pasan por esto.