Don Hugo Madonna (padre) era un hombre con muchas aficiones. La astronomía quizás haya sido una de las más conocidas, pero también fue uno de los testigos del día en que encontraron el cuerpo del fundador José Bernardo Iturraspe en la vieja catedral de San Francisco.

Era 9 de septiembre de 2021 cuando contó esa historia junto con otros dos testigos de ese hecho sorprendente (Raúl Ferrero y Rafael Macchieraldo). Los habían apodado “los tres mosqueteros” y en ocasión de aquella conversación surgió esta historia.

Casi como al pasar, Madonna contó que en su casa conservaba la correspondencia que mantuvo su bisabuelo, primer habitante de la localidad santafesina de Crispi antes que la misma se fundara. Entre esas misivas estaba una que mantuvo con el fundador de San Francisco, José Bernardo Iturraspe.

El 5 de mayo de 2022, lamentablemente don Hugo falleció en un siniestro vial, pero la historia volvió a salir a la luz luego de que fueran halladas por su hijo Jorge ante una consulta de El Periódico. Como un tesoro, la correspondencia sigue guardada en la casa familiar y Jorge amablemente explicó algunos detalles escondidos detrás de las mismas.

Copybook donde se guardan datos comerciales, correspondencia familiar y con autoridades de Brusolasco que fue el primer habitante de Crispi (Gentileza).
Copybook donde se guardan datos comerciales, correspondencia familiar y con autoridades de Brusolasco que fue el primer habitante de Crispi (Gentileza).

Datos surgidos de la historia

La historia de la familia Madonna se remonta a Felipe Brusolasco, bisabuelo de don Hugo y tatarabuelo de Jorge, quien gentilmente fue a buscar estos documentos por él ya olvidados, pero que estaban guardados por su mamá.

Primero viajemos a Crispi, provincia de Santa Fe. Este pueblo fue fundado y contó con el rango de comuna el 2 de septiembre de 1892, su fundador fue Roberto W. Traill. Antes de eso, cuando no había territorio administrativo, don Felipe fue el primero en habitar esa zona.

“Nuestro tatarabuelo fue el primer habitante de Crispi, antes que se fundara y dueño del molino harinero que funcionó los primeros años”, contó Jorge.

Brusolasco se afincó en lo que sería Crispi en 1887 y seis años después construyó un molino harinero que convirtió luego al pueblo en una comunidad pujante de la época. Un artículo del diario La Capital de 2004 cita: “Para dimensionar el desarrollo que generó la empresa, cuentan que se extendieron líneas telefónicas desde Sastre. En aquellos tiempos había alrededor de 3 mil habitantes, médicos y farmacia”.

Todo cambió después en 1899 cuando “una sobrecarga generó la explosión de la caldera, que acabó con la vida de muchas personas y con el futuro económico que ya no se concretaría”. El tatarabuelo de los Madonna se mudó a General Deheza a empezar de nuevo porque además del accidente, una inundación y hasta el ferrocarril, que los dejó de lado, le jugaban en contra.

La carta que conservan, entre muchas otras, los Madonna y que fue escrita por Brusolasco (Gentileza).
La carta que conservan, entre muchas otras, los Madonna y que fue escrita por Brusolasco (Gentileza).

Cartas bien conservadas

A raíz de eso y de transformarse en un empresario líder de la región mantuvo correspondencia – que era lo único que había en ese entonces – con diferentes personas. Entre ellas se encontraban Traill (fundador de Crispi) y José Bernardo Iturraspe.

Recordemos que Iturraspe fundó San Francisco un día como hoy en 1886 y también les dio vida a diversas colonias, como por ejemplo Freyre, Iturraspe, Bossi, entre otros. Con posterioridad en 1898 comenzó a desenvolverse como gobernador de Santa Fe, cargo que ocupó hasta 1902.

Su interés por la zona había nacido mucho tiempo antes, ya que en 1873 fue convocado para hacerse cargo de los negocios familiares en Esperanza (Santa Fe) y de los cuales el Molino San José era la principal fuente de ingresos.

Las cartas eran el vehículo para conocer más sobre una zona que Iturraspe no se equivocó en considerar que podría prosperar. Don Brusolasco ayudó un poco en ello, una de las misivas que mantuvieron es con el fundador y está en un libro apreciado por sus tataranietos.

“Es el copybook de nuestro tatarabuelo, hay cartas de 1892 a 1898 a Traill, Iturraspe, autoridades, etc. Un copybook era un libro que llevaban con copias manuscritas en papel tipo de arroz (muy fino) de las cartas que enviaban, interesantes documentos. Como era uno de los primeros habitantes, dueño de uno de los más grandes molinos harineros, tenía mucha relación con autoridades y funcionarios provinciales”, explicó Madonna minuciosamente.

Al momento de la consulta, Jorge no recordaba el hecho en particular, pero fue a las fuentes y a la casa de su madre a buscar ese tesoro de su padre Hugo. El copybook y otros libros comerciales de don Felipe fueron guardados por su papá. “Los encontramos en un depósito de la casa original donde habitaban en Crispi cuando nuestra familia vendió esa propiedad. Yo ni me acordaba de estos, han pasado muchos años y hoy lo atesoramos como un gran recuerdo familiar”, explicó.

La carta

Los tiempos en que se escribió la carta objeto de esta historia tiene tantos años como San Francisco, quizás un poco más. Escrita a mano con una letra y ortografía impecable está bien conservada, pero su lectura no es nada fácil.

La esquela trata de un tema de la vida cotidiana, fue escrita por don Felipe desde Colonia Crispi en 1898 (cuando el lugar ya había sido fundado) y en una parte hace alusión a la necesidad de que llegue un comisario a la zona. 

Todavía faltaba un año para que sucediera el accidente que cambió el destino de Brusolasco y muchos más para que la carta saliera a la luz, un tesoro que su bisnieto Hugo guardó con cariño y ahora lo hacen sus hijos. 

Fuentes: