El video que grabó Ciro en su recital en San Francisco
En la última parte del recital, el cantante tomó su teléfono y transmitió en vivo una canción a través de su cuenta de Instagram. Mirá el video.
Ante un gran marco de público, Ciro y Los Persas dieron un excelente recital que fue toda una fiesta el último sábado en el Superdomo San Francisco. La banda que lidera Andrés Ciro Martínez dio un potente y largo show con canciones de su última etapa pero también las muy celebradas del repertorio de Los Piojos.
El grupo pisó el escenario a las 21.46 y el fuerte carisma de Ciro se encargó de ir tejiendo la conexión con el público y hacer bailar y saltar a todos.
La conexión de Andrés Ciro Martínez con la audiencia se dio todo el tiempo pero quedó todavía más plasmada cuando, en medio de una de las interpretaciones, bajó del escenario, saludó y se sacó fotos con el público.
Cerca de la medianoche, tras un pequeño amague de final, la banda volvió al escenario con todo: “Insisto”, “El farolito”, “El balneario de los doctores crotos” y “Muévelo”, renovaron la fiesta.
Precisamente, fue en Insisto que Ciro recibió un celular de alguien su equipo y comenzó a transmitir en vivo por su cuenta de Instagram, mostrando al público en el Superdomo pero también grabándose él mismo. En un momento Ciro apoya el celular en un parlante y lo deja transmitiendo (por eso se ve el techo) y luego lo vuelve a tomar para enfocar a la gente.
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Habían pasado diez minutos de la medianoche cuando las luces volvieron a apagarse y el escenario se vació. Aunque fue solo otro despiste. Sonaron después “Pacífico” y “Astros”. Este último dio paso a la retirada definitiva de los músicos, pero no de Ciro que en las penumbras sacó su armónica para regalarle a la ciudad el Himno Nacional Argentino.
El reloj marcaba las 0.30 cuando el ex Piojos finalizó la noche con un halago inolvidable para el público sanfrancisqueño.
“Pensé que iba a ser más caliente Córdoba (donde se presentó la noche anterior), pero me equivoqué. Y eso que había más gente”, soltó en medio de un delirio. Paso siguiente, la gente le regaló una ovación tremenda: “Ciro, Ciro …” Ese fue el verdadero cierre de un recital impecable y que se convirtió en una gran fiesta.