Seis diputados de La Libertad Avanza de Javier Milei visitaron en los últimos días en la cárcel de Ezeiza a represores de la última dictadura militar alojados en ese penal, en un hecho que desató una interna en la el partido oficialista.

Según publica el portal Clarín, los legisladores en cuestión aseguran que se trató de una visita a la cárcel para conocer la situación de los presos de más de 70 años, en los que se encontraban los represores.

“No fueron a visitar represores, fueron a ver la situación de las personas de más de 70 años en las cárceles, entre las que hay represores”, aseguró una fuente oficialista.

“Fue una visita a la cárcel, no a una o unas personas”, apuntó otro referente.

En medio de los reproches, los legisladores aseguraron que la actividad fue comunicada a través del grupo de WhatsApp del espacio.

Visita a represores en Ezeiza

Entre otros represores, en Ezeiza están detenidos Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti, Adolfo Pernías, Adolfo Donda, Ricardo Cavallo y Manuel Cordero Piacentini.

La recorrida se conoció a partir de una publicación de La Política Online y fue realizada por los diputados Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo, Rocío Bonacci y Alida Ferreyra.

Según chats a los que accedió Clarín, uno de los diputados defendió la actividad y calificó a los represores de “excombatientes contra la subversión”.

“Represión es algo que compete a las fuerzas de seguridad en todo caso, fuimos a ver ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”, escribió Benedit en el chat.

“Vamos al rescate del imperio de la ley con espíritu de justicia”, agregó.

En tanto, algunos legisladores que participaron de la recorrida hablaron de una “visita humanitaria”, un “acto de caridad cristiana”, mientras que otra legisladora habló de “memoria, verdad y justicia y no venganza”.

Desde LLA admitieron que el jefe del bloque en Diputados, Martín Menem, no estaba al tanto de la visita y lo enmarcan dentro de una actividad “personal” de los diputados en cuestión.

Incluso algunos compañeros de los diputados calificaron a la visita de “inoportuna” y hasta de “un delirio”.

“Las explicaciones fueron peores que los hechos”, apuntó uno de los consultados por Clarín.