San Francisco y su década dorada del básquet: cuatro títulos con un batacazo en Córdoba
Fue entre 1981 y 1989. En aquella época brillaron jugadores que quedaron grabados en la historia del básquet local. A nivel provincial, nuestra selección consiguió cuatro títulos y dos subcampeonatos, de ocho torneos que se disputaron.
“Fue una camada muy buena porque coincidió en que había jugadores maduros y jugadores jóvenes muy importantes, y cada vez que nos juntábamos era para ganar el Provincial, ese era siempre el objetivo”, recuerda Gerardo Secrestat sobre una década donde el básquet de San Francisco trascendía más allá del este cordobés.
San Francisco festejó los títulos de 1981 (Córdoba) - el más representativo-, 1984 (Río Tercero), 1985 (local) y 1987 (Villa María). Además fue subcampeón en 1982 (Carlos Paz) y 1989 (Río Tercero). “Había que ser inteligente, yo me quedaba con el jugador inteligente por sobre el que corría. Era otro básquet, menos vertiginoso”, contó Omar Scarmagnan, entrenador campeón en tres oportunidades con la “celeste”.
En aquellos equipos brillaron Gastón Blasi, Gerardo Secrestat, Héctor Barovero, Alfredo Riera, Oscar Torossi, Gabriel Buffa, Hugo Allasino, el mismísimo Carmelo Mendoza, Gustavo Casermeiro y Roberto Galliano.
También dejaron su huella Elvio Gerbaldo, Gabriel Andrés, Fernando Cavallo, Ricardo Porcari, Héctor Nicolini, Fernando Possetto, Alberto Falasconi, Sergio Aguirre y José Castellano, entre otros.
“Para mí fue espectacular y fue una satisfacción enorme, pero ellos eran los que ganaban”, destacó Scarmagnan.
Siempre los mismos
“No era difícil armar el equipo. Eran siempre los mismos, no había muchos para elegir tampoco. Eran los mejores y yo creo que dejé afuera a dos o tres nomás en todos esos años”, contó Omar Scarmagnan, DT campeón en los años ’81, ’84 y ‘85 y subcampeón en el ‘82.
Omar recordó que en aquella época “no había mucho trayecto en inferiores” y que los jugadores recién arrancaban en la categoría cadetes. Además, el estilo de juego también era muy diferente a lo que se ve en la actualidad.
En el provincial de 1987, el entrenador a cargo fue Juan Peiretti. Con él a la cabeza la "celeste" festejó su cuarto título en la década
“Era un básquet más lento, ahora es muy vertiginoso y con mucha marca, en esa época había que ser más inteligente. Yo siempre me quedé más con el jugador inteligente que con el que corría, y además no había mucha rotación, no usaba a todos y tampoco entrenábamos tanto”, mencionó.
“En el 81 jugó el “Cholo” Mendoza que fue un refuerzo tremendo, un santafesino que vino a jugar a Sportivo y lo llevamos al Provincial. Tenía mi edad y mucha experiencia”, recordó Omar Scarmagnan.
A ello, Secrestat agregó que el estilo de juego ‘enamoraba’. “Era el básquet que hoy no se ve y que nos gustaría ver a muchos. Se jugaba más, en equipo, con sistemas. Hoy es más de velocidad, poca destreza individual, no hay muchos equipos, es más espectacular, pero lo vemos de otra forma”.
“Fue una de las alegrías más grandes”
La década, en cuanto a logros deportivos, quizás comenzó de atrás para adelante. San Francisco ganó el Provincial más significativo de su historia en 1981 tras derrotar a la Selección de Córdoba en la final disputada en el estadio de Redes Argentinas de la Capital.
Fue épico porque todo el público esperaba ver a Córdoba campeón, que era el local y tenía entre sus filas nombres rutilantes como Héctor Campana, Germán Filloy, Juan José Perissinotto, Jorge Ferrini y Oscar Miranda. Pero bueno, allí estaban los sanfrancisqueños que dejaron boquiabiertos a los cordobeses y les aguaron la fiesta que ya tenían armada.
“Para mí fue una de las alegrías más grandes en el deporte, nunca más Córdoba pudo reunir a todas esas figuras. En la final había más de 3 mil personas. La fiesta estaba preparada para que Córdoba saliera campeón, pero no fue así”, señaló con nostalgia Secrestat, destacado jugador que llegó a vestir la casaca de la Selección Argentina juvenil en aquellos años.
“Cada vez que me decían que había que ir al Provincial ni lo dudaba porque lo mejor que me podía pasar era defender la camiseta de mi ciudad, para mí era lo primordial”, dijo Gerardo Secrestat.
“Ninguno esperaba que el estadio estuviera tan lleno, pero no había nerviosismo, había ganas de jugar y eso nos concentró para lograr el objetivo. Se dio y lo disfrutamos, de 10 partidos como esos capaz que ganábamos solo ese”, agregó.
“Al año siguiente (1982) jugamos el Provincial en Carlos Paz, también fue una final increíble con Córdoba, que casi repetimos pero terminamos perdiendo”, rememoró Secrestat.
“En el 84, a Río Tercero llevé varios jugadores nuevos porque me suspendieron a dos. El primer partido nos tocó con Córdoba y le ganamos, le pegamos un baile impresionante. Después les volvimos a ganar en la final”, recordó Scarmagnan.
La ventaja de San Francisco
Secrestat explicó que, pese a la juventud de muchos jugadores, la mayoría ya tenía roce en primera y estaba acostumbrado a jugar esos partidos. Para él fue una ventaja que se observaba principalmente en jugadores del interior. “Yo a los 13 años ya estaba en primera, por lo menos en el banco, y ese roce nos posibilitaba jugar con más experiencia que los demás. Era muy productivo para los jugadores del interior, estábamos acostumbrados y por eso no nos pesaba”, destacó.
“Eso se fue perdiendo con la aparición de la Liga Nacional (1984), donde había un dinero de por medio, el básquet ya era profesional y todo se manejaba por plata. A partir de ahí comenzó a plantearse que el club te podía ceder o no, y personalmente creo que por eso el provincial perdió nivel, porque los jugadores ya no tenían la libertad (o el interés) que había antes porque también corrían el riesgo de lesionarse”, indicó.
“Después el que más o menos pintaba bien de joven ya se iba a afuera y volver a juntarlos a todos era imposible. Me parece que con la Liga Nacional se perdió la competitividad local, pero puso al básquet en un pedestal”, sostuvo.
Allasino: “Éramos un grupo muy unido”“Fue una gran época, un hecho histórico el 81 porque había un equipo muy importante y de ahí quedó la base para los otros provinciales”, señaló Hugo Allasino. El exjugador recordó que la final del ‘84 se había disputado en la Fábrica Militar de Río Tercero y también destacó el hecho de haber podido consagrarse en condición de local en el ‘85. “En esa época a uno le gustaba jugar afuera, pero jugar de local tenía su impronta: concentrábamos y teníamos un grupo muy unido, la gente nos acompañó muchísimo, fue una experiencia muy humana y estuvimos a la altura”, indicó y aclaró sentirse feliz de haber participado de esa “gran camada” de jugadores. En sintonía con Secrestat, Allasino también destacó que los inicios de la Liga Nacional tuvo un efecto directo en los Provinciales. “Se fueron perdiendo, quedaron varios años sin hacerse después del ‘89. La Liga Nacional conspiró notablemente para que pierda nivel porque muchos equipos no cedían a sus jugadores y muchos jugadores terminaban la Liga y ya no querían venir”, explicó. |