Tras el avance de la pandemia coronavirus en países europeos se cancelaron los vuelos internacionales y muchos argentinos, que habían ido a trabajar, estudiar y hasta de vacaciones mucho antes de la cuarentena, quedaron varados en el viejo continente.

Uno de ellos fue Germán Sciutto (42), histórico jugador de San Isidro, quien se desempeñaba en Robur Basket Osimo -tercera división del básquet de Italia donde las Ligas ya se dieron por finalizadas-. Después de varios días, y hasta de un pedido público a las autoridades, logró volver a casa no sin antes atravesar una verdadera odisea.

"Fue muy complicado porque no encontrás respuestas ni explicaciones y llega un punto que la situación se torna desesperante porque querés volver a tu casa con tu familia. Gracias a los dirigentes y a mucha gente que me ayudó acá en Argentina pude volver", indicó.

El experimentado jugador contó que al principio Alitalia realizaba vuelos a Argentina, pero solo para buscar a Italianos varados en nuestro país. "Después de varias gestiones autorizaron a llevar argentinos, pero esos viajes no son gratis, son muchos más caros que un pasaje normal", explicó.

"Se hizo en base al protocolo, el avión tenía capacidad para 300 personas, pero viajamos 150 bien espaciados, a un metro de distancia de otros pasajeros", indicó.

Pocos cupos

Sciutto contó que para conseguir un pasaje entró en una especie de lista de espera ya que nos cupos eran reducidos. "Reunieron primero a los que tenían pasajes con Alitalia, después a personas mayores, personas con patologías y recién después a la gente común como yo, si es que quedaban lugares", explicó.

"Pero los pasajes los vendían a un precio muy alto de 1800 euros, después los bajaron a 1200 porque nadie los compraba. Hay gente que pudo pagarlo y otra que no y se tuvo que quedar a esperar un vuelo de Argentina (que sale unos 500 euros). Juegan con la desesperación de la gente", sostuvo.

Actualmente, son alrededor de 1200 los argentinos varados en Italia esperando los vuelos argentinos de repatriación o bien los vuelos de Alitalia que llegan a la Argentina en busca de italianos.

Llegar a San Francisco

Para volver a casa, Sciutto tuvo que seguir esperando y gestionar un cambio en los colectivos sanitarios. "No te dan mucha información al llegar, nos tomaron los datos y nos separaron por grupos para derivar a colectivos sanitarios. Fue algo desorganizado, a mí me pusieron un colectivo para Córdoba pero tuve que pedir el cambio para que me lleven a Santa Fe porque está más cerca de San Francisco", dijo el jugador.

"El colectivo tenía que salir a las 11 de la noche, pero salimos a las 5 de la mañana. No sé porqué, pasamos por Rosario y llegamos a Santa Fe. Desde ahí me tomé un taxi hasta San Francisco", señaló.

Sciutto se sometió al hisopado correspondiente el cual dio negativo y se dispuso a cumplir el aislamiento en su casa. "Avisé antes que llegaba a San Francisco, así que hicimos todo el protocolo sanitario en el Hospital", añadió. 

"Me aferré a los buenos recuerdos"

Sciutto dejó en claro que en Italia estaba contenido, pero la situación psicológica es la que lo afectó. El hombre de 42 años transita sus últimos años de carrera, ya había jugado en Italia, y en este 2020 volvió al viejo continente por una interesante propuesta. "Cuando uno va a trabajar y tu familia hace la vida normal, no te das cuenta del entorno. Pero al estar en cuarentena y al no tener ese objetivo de trabajar te desespera", comentó. 

"En el lugar donde estaba yo (provincia de Ancona centronorte de Italia) no había casi infectados, muy pocos y recuperados. El tema es que vos estás encerrado y tu cabeza piensa solo en estar con tu familia porque esto va para largo y pensás en lo que viene", sostuvo.

"Me aferré a los recuerdos, a mis hijos, mi señora, mis amigos y en momentos lindos que hemos pasado. Me refugié en esas cosas, trataba de pensar en eso. Después, por supuesto, me ponía muy mal por no poder volver", detalló.

Ahora, Sciutto se encuentra cumpliendo la cuarentena en su casa, aislado de su familia pero mucho más cerca. "Estoy sin contacto con la familia, con aislamiento, pero estoy en mi casa, podemos hablar, vernos, estamos juntos y ya es otra cosa. No veía la hora de estar en casa y disfrutar con ellos", concluyó.