Guido Venturelli recibió un homenaje en vida por parte de la sub comisión de bochas de club El Tala, que decidió ponerle su nombre el nuevo estadio inaugurado en mayo del año pasado.

Venturelli tiene 61 años, es carpintero y el nuevo estadio que lleva su nombre además tiene su mano: “Forré las paredes, los tablones, y las barandas”, explicó en una entrevista a la revista VDV.

El bochófilo aseguró que no se destacó por ser un gran jugador, llegó a cinco finales en torneos aunque nunca pudo conquistarlas.

¿Dónde empezó jugando a las bochas?

Empecé en el campito. Luego, antes del ´73 empecé a jugar los campeonatos oficiales cuando El Tala se federó a la Asociación de Bochas de San Francisco. Tenía 20 años.

¿Qué lo sedujo de este deporte?

De chico uno no tenía las cosas que hay ahora. Jugaba al fútbol, pero con anteojos era difícil (se ríe). Me gustó cuando vine al club, me compenetré con la gente que comenzó a hacer la cancha de bochas de esa época. Empecé a colaborar en el 76 con la comisión. Desde ahí estuve siempre. Era un jugador del montón.

Bueno pero siendo un jugador del montón el nuevo estadio lleva su nombre: ¿cómo lo explica?

Compitiendo estuve medianamente bien, nunca gané un campeonato pero perdí 5 finales. A veces uno juega mal por eso pierde. Mi calidad no era para estar en primera. Además me gusta ganar pero no me desespera, lo más importante es la amistad que te brindan las bochas. El club me dejó muchos amigos.

¿Por qué le pusieron su nombre al estadio?

Por los años que hace que estoy, mucha gente colaboró acá y yo soy uno de ellos. Lo que siempre hice lo hice sin pensar en esto, por eso me sorprendió.

¿Es mejor jugar en cancha sintética?

Es otra cosa, no usás chuza, no tapás pozos, entrás y salis y no te ensuciás. El juego es distintos hay que agarrarle mucho pulso. A uno les gusta y a otros no.

¿Usted sigue compitiendo?

Compito muy poco, cuando uno está en la comisión se hace difícil. Soy tesorero, viene gente a cada rato y a veces estás dentro de la cancha y otro te habla de afuera. Te desconcentra.

¿Se acerca la gente joven a jugar a las bochas?

 Hay gente joven que se acerca, pero no es como antes. Cambiaron las instituciones, los reglamentos. Por ejemplo, las bochas antes eran de 121 ahora son de 105, y muchos prefieren ir al campo y seguir jugando con bochas grandes. La gente grande en muchos clubes dejó de hacer bochas y no se renovó.