Apenas 52 segundos habían transcurrido del último partido el Grupo E de la Copa Mundial de la FIFA México 1986 que enfrentaba a Uruguay y Escocia, cuando José Batista vio la tarjeta roja. Fue, y sigue siendo, la expulsión más rápida de la historia de la competición.

En el estadio Neza, de México, ambos equipos se jugaban el pase a octavos. Apenas arrancó el partido se dio un saque lateral para los escoceses. Arthur Albiston buscó a un compañero con espacio. Pero Gordon Strachan llegó ajustado y Batista le derribó desde atrás. El árbitro francés Joël Quiniou no dudó y mostró enérgico la tarjeta roja.

“Me quería morir”, dice Batista. “No era mi intención entrar en el Libro Guiness. Finalmente, el partido terminó en 0-0 y Uruguay clasificó para la siguiente ronda aunque la jugada siempre ha perseguido al defensa uruguayo.