Pablo “Teby” Bianchi (43) es uno de los arqueros de San Francisco más destacados. No por atajar penales, sino por su buen desempeño con el arco y la flecha. 

Participará en los Juegos Panamericanos que se desarrollarán en Santiago del Estero, junto a Venecia Franceschi y Andrés Magnano, todos de la Asociación Civil Familia Piemontesa. Su llegada a este deporte se dio de manera tardía, sin embargo, fue una actividad que -dice- lo enamoró por completo.

Bianchi tuvo también su momento en el ciclismo ya que fue uno de los pioneros de las recordadas carreras de mountain bike que se realizaban en el ‘Circuito El Bosque’. Pero eso no lo conformó, su camino continuó vinculado a la actividad física y al deporte, precisamente porque es profe de educación física.

Pasó por clubes como el San Francisco Rugby Club (Charabones) como preparador físico y hoy administra su propio gimnasio (Mio) en el club El Ceibo. También tuvo una carrera destacada en Triatlón. Un multifacético del deporte, que ahora elige una actividad que requiere de un gran equilibrio entre cuerpo y mente.

“Empecé a tirar a mediados 2017 más o menos, me invitó Juan Pablo De la Calle que es el entrenador de la escuela, el más famoso en la arquería como digo yo -risas-. Fui a probar y a mí siempre me gustó la competencia ya en otros deportes, pero por cuestiones de lesiones que venía acarreando me retiré. Para mantenerme competitivo me dije ‘voy a probar’ y me gustó, se dio la casualidad que cuando empecé a tirar la escuela estaba medio en sus inicios, no habían competido mucho y al mes que empiezo hubo un torneo. Me metí en mi categoría y gané. Y eso me enganchó”, comentó.

Andrés Magnano, Pablo Bianchi y Venecia Franceschi, de la Asociación Civil Familia Piemontesa, disputarán el Panamericano.
Andrés Magnano, Pablo Bianchi y Venecia Franceschi, de la Asociación Civil Familia Piemontesa, disputarán el Panamericano.

- ¿Qué tiene de particular este deporte?

- Genera una adrenalina que es difícil explicar, tiene mucho de mente, de tener un autocontrol y la verdad a mí se me sale la cadena enseguida. Me tengo que autocontrolar muchísimo y lo que tiene la arquería es la constancia, no solo en entrenamiento, sino en lo que vos hacés al momento de tirar. Vos te tenés que parar siempre igual, armar siempre igual, tensar y apuntar siempre al mismo lugar, también soltar de la misma manera para que el tiro vaya dónde querés. Así fue como empecé y fui bastante constante hasta la pandemia y eso nos cortó bastante.

- ¿Cuándo empieza esta carrera en la competencia?

- Poco antes de la pandemia nos empezamos a federar y a competir a nivel nacional, en arquería vos vas escalando de categoría a medida que vas consiguiendo determinados puntajes en los torneos y ya no podés volver atrás. Yo estoy en la categoría Senior sala (que es donde vamos a competir al Panamericano), fui escalando y te van achicando el blanco. Fui haciendo el camino, fui pasando de categoría hasta que llegúe al triple spot.

“Constancia, disciplina y un toque de azar”, la difícil misión de dar en el blanco

- ¿Cómo venís con la preparación para el Panamericano?

- Este año no estoy tan bien como el año pasado donde llegué a meter un promedio de 9 en un torneo que gané, no salí del punto amarillo prácticamente y este año estoy en 8 y medio, o sea es ir para tratar de estar ahí, molestando -risas-. Estoy tratando de mejorar el tiro para llegar al mejor nivel en estas semanas que me quedan, con la puesta a punto del arco porque además de la constancia que tenés que tener, el arco tiene que estar a punto, no funciona de la misma manera con cualquier tirador, depende de la apertura que le dé y eso hace que la flecha tenga que tener un calibre específico para mí, de una dureza específica porque cuando soltás le das una determinada potencia y eso hace que las flechas se flexionen más o menos y el arco tiende agrupar más o menos, hasta la vuelta de la cuerda te incide sobre el tiro.

- ¿Cómo influyó en tu vida practicar este deporte?

- Como te decía, soy bastante ‘limado’, me cuesta mucho no salirme de mis cabales ante determinadas situaciones, creo que de a poco me va ayudando la arquería a tratar de no perder tanto control en determinadas situaciones, es difícil y en la arquería me cuesta mucho porque vos el nerviosismo se lo transmitís al tiro proporcionalmente y exponencialmente, es increíble. Cuando uno entra a un torneo tenés siempre un par de tandas de prueba donde vas a estar relajado porque sabés que son de prueba, pero arranca el torneo y cambia todo, capaz que sentís los dedos más duros, no podés soltar y la cuestión es relajar la mano para soltar la cuerda y vos tenés todos los dedos agarrotados del nerviosismo, temblás, controlar eso es muy difícil.

- ¿Se entrena esa situación?

- Sí, se entrena la situación de torneo en la escuela, tenés que competir contra otro por más que sea entre nosotros y después en época de torneos tenés que llegar con entrenamiento de esas situaciones para llegar más suelto. Después te acostumbrás a esa adrenalina propia de la competencia. Yo ahora estoy tratando de ir por lo menos tres veces por semana a tirar, es poco y debería ir más, pasa que tengo mi trabajo, mi familia, tengo una nena de 4 años que es bastante demandante y hago lo que puedo. La realidad es que un tipo profesional tiene que entrenar todos los días.

“Constancia, disciplina y un toque de azar”, la difícil misión de dar en el blanco

Entrenamientos. “Dos horas es poco, hay entrenamientos donde tenés que hacer técnica a corta distancia, otros dónde te dedicás a tirar y sumar puntos para ver el promedio donde estás emulando un torneo porque tenés un minuto y medio para tirar tres flechas y eso también se entrena”.

- ¿Qué te dejó esta vida de deportista?

- Lo que más hice fue Mountain Bike y Triatlón, pero el que más me influenció fue el Tría, para mí no había más nada, no pensaba en nada más y entrenaba doble turno de lunes a lunes por más que nunca le gané a nadie, vivía para eso. Tuve buenas competencias, pero no trascendí. Me levantaba, iba a trabajar, salía a correr al mediodía, volvía a trabajar, salía y me iba a bicicletear hasta las 10 de la noche. Lo que me deja es que nada es gratis, que hay que entrenar, que el resultado de lo que hacés en tu vida al final de cuentas depende de todo lo que hagas vos y cómo lo hagas, que vos sos el responsable de lo que pasa en tu vida, en cierta manera, podés tener mala suerte, pero uno direcciona hacia dónde va su vida. Eso te lo da el deporte e influye muchísimo, te forja porque aprendés de las victorias y de las derrotas mucho más.

- ¿Qué vas a ir a buscar el Panamericano?

- La experiencia, en todos los deportes que practiqué en toda mi vida nunca llegué a un nivel como este. No digo que esté a un nivel para ser competitivo y ganarlo, pero sí voy a hacer la experiencia de vivirlo y para mí estar compitiendo con gente de muchos países es algo que me llega y me emociona. Voy a tratar de hacer lo mejor posible y me estoy preparando para eso. Después tenés días iluminados donde te salen todas, que me ha pasado y otros días donde sos un desastre, y me ha pasado de estar más o menos e ir al torneo y dar la sorpresa. Es relativo, igualmente me estoy preparando a nivel técnico, de fuerza y mental, para no transmitirle al tiro los pensamientos negativos.

“Agradezco a todos, a los chicos a la escuela, a Juan Pablo por haberme metido en esto y a toda mi familia obviamente que me apoya”, expresó Bianchi.