En la Argentina, un país de tradición carnívora, antes la dieta podría sintetizarse en la combinación carne + algo más. Pero eso está cambiando y la gente ya no mira la carne con las mismas ansias de antes.

Dicho alimento dejó de figurar como indiscutido también entre los especialistas. Y es que las nuevas generaciones tienen mucho más presente la posibilidad o el deseo de cambiar sus hábitos alimenticios por razones diferentes: ya sea desde no comer animales (la más extendida) y la de nutrirse más sanamente (cuando hay mayor conciencia familiar).

Según la licenciada Lorena Garrone,  es cada vez mayor el número de adeptos a la alimentación vegetariana.

Beneficios para la salud

La alimentación vegetariana ofrece una serie de ventajas para la salud: menor aporte de grasas saturadas y colesterol; mayor aporte de carbohidratos complejos y fibras; más aporte de ácidos grasos omega 6; aporte de antioxidantes; menor densidad calórica y por sobre todo reduce el riesgo de padecer numerosas enfermedades crónicas tales como la obesidad, riesgos coronarios, hipertensión, diabetes y algunos tipos de cáncer.

“Las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas son saludables nutricionalmente y proporcionan beneficios en la prevención y tratamiento de determinadas enfermedades”, insistió Garrone.

“Antes de comenzar cualquier tipo de plan alimentario-añadió- es fundamental la consulta con un profesional nutricionista ya que cada persona es diferente, no todas tiene los mismos requerimientos y necesidades. La clave del éxito en el diseño de un plan de alimentación vegetariana radica en un adecuado aporte energético y proteico, acompañado de la educación en el manejo de técnicas que permitan el máximo aprovechamiento de los nutrientes.

Una dieta ética

“Mediante una dieta de origen puramente vegetal se impulsa el propio sentido de bienestar y la conexión con la superviviencia del planeta”, destacó la nutricionista.