El próximo 10 de agosto el asteroide 2006 QQ23, que tiene un diámetro de 569 metros, se acercará peligrosamente a la Tierra, según las estimaciones del Centro de Estudios NEO del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (CNEOS, por sus siglas en inglés). Se trata de un día antes de que en Argentina tengan lugar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).

De acuerdo a los cálculos del CNEOS, el cuerpo celeste se aproximará unos 7,32 millones de kilómetros de la Tierra a una velocidad de 16.700 kilómetros por hora. Por ello, es considerado “potencialmente peligroso”. Todo objeto que pasa a menos de 0,049 unidades astronómicas de nuestro planeta, lo que equivale a unos 7,3 millones de kilómetros, se considera que tiene el potencial de ser peligroso y su trayectoria debe ser monitoreada para identificar cualquier cambio en la misma. 

El primer acercamiento registrado del asteroide 2006 QQ23 data del año 1901. La próxima aproximación después de la del 10 de agosto se estima que será el 15 de febrero de 2022.


Tras la escalada de preocupación del público por la proliferación de noticias sobre la aproximación de asteroides a nuestro planeta, el gerente de CNEOS Paul Chodas señaló que la probabilidad de que alguno impacte con la Tierra en los próximos dos siglos es “extremadamente pequeña”.


"Ninguno de los otros asteroides conocidos tiene una chance significativa de impactar en la Tierra en el próximo siglo", insistió el experto en astronomía. No obstante, existen antecedentes relativamente recientes de choques de cuerpos celestes con el Planeta Azul. En el año 1908, en Tunguska (Siberia) un meteorito de 50 metros de diámetro arrasó con 2.000 kilómetros cuadrados y 80 millones de árboles de un bosque.

Fuente: Perfil